Los problemas en Buenavista del Norte, en Tenerife, continúan después de más de tres meses sin agua potable. El Ayuntamiento está afrontando la situación mediante la entrega de garrafas de agua a la población cada dos días, mientras se buscan soluciones para renovar la red y recuperar la calidad del servicio.
Las limitaciones al uso del agua potable afectan desde el 24 de julio a barrios como Las Lagunetas, El Palmar y Las Portelas, donde residen alrededor de 700 personas, que deben recurrir al suministro alternativo de agua embotellada.
Elevados niveles de flúor
Los elevados niveles de flúor que contiene el agua superan los límites permitidos, lo que ha llevado a la prohibición de su uso para concinar o beber y por lo que el Ayuntamiento ha repartido 1.800 garrafas de 8 litros entre la población afectada.
“Nuestras redes son bastante antiguas y, por tanto, hay pérdidas. La colaboración de los vecinos nos ha permitido descubrir una fuga importante que también estaba afectando bastante a los depósitos”, afirma la alcaldesa, Eva García.
Según García, esta situación se debe al incremento de la demanda, tanto por el riesgo de escasez como por el llenado de piscinas, lo que ha afectado a las reservas y a la calidad del recurso.