Alrededor de un centenar de clientes de la franquicia estética EOS Clinics y 360 Clinics se manifiestan a las puertas de la única sucursal que quedaba abierta en Santa Cruz de Tenerife denunciando haber sido víctimas de una presunta estafa, tras el cierre repentino de los centros en la isla sin previo aviso y sin la devolución del precio de tratamientos financiados.
Según cuentan los manifestantes y recoge Televisión Canaria, algunos de los tratamientos estaban aún sin comenzar, y no solo eso, los clientes afirman que tienen "que seguir pagando" estos tratamientos que ya no van a recibir.
Última oficina
360 Clinics tenía tres oficinas abiertas en la isla: en los centros comerciales de Alcampo La Laguna, Carrefour Añaza y Meridiano, pero en los últimos meses solo seguía en funcionamiento el local de Santa Cruz de Tenerife trasladado a la avenida Tres de Mayo, bajo un nuevo nombre: Clinics EOS Tenerife.
El martes, 28 de octubre, "recibimos un SMS en el cual dicen que han cerrado y que por ahora no van a poder realizar los servicios”, relata una de las afectadas a este medio. “Nos sentimos estafadas, enfadadas”. Y otro cliente afirma: "Hay que seguir pagando porque si no me suben los intereses y va a ser peor".
"Cerrado temporalmente"
El mensaje, según informa Diario de Avisos, rezaba: “360Clinics le informa que está en proceso de reorganización interna y suspende temporalmente la actividad de su centro de EOS Tenerife. Le contactaremos pronto”. Desde entonces, la clínica figura en Google como “cerrado temporalmente” y no hay forma de contactar por la empresa según los clientes y los distintos medios.
Son alrededor de un centrenar en Tenerife, pero según explican, hay un grupo de afectados en redes sociales que ronda los 500 miembros de Canarias y la península.
Situación irregular
El mismo periódico ha hablado también con una antigua trabajadora de dicha sucursal que denuncia que la situación laboral dentro de la empresa era irregular desde hacía meses. En su caso, fue contratada el pasado 26 de junio y despedida un mes después. “Cobré los pocos días que me correspondían de junio. Trabajé todo julio y, el último día, la directora me dijo que me echaban porque no superaba el periodo de prueba”, explica.
Además, asegura que la empresa nunca le entregó copia de su contrato ni de los documentos firmados al inicio: “Solo hicieron una copia, la de ellos. La he pedido incontables veces, pero recursos humanos no responde nunca”.
Según relata, a pesar de conocer la posibilidad de cierre, se siguieron vendiendo tatamientos por orden de la dirección: “Les habían mandado un correo electrónico diciendo que lo más probable era que el centro se cerrara, pero que siguieran vendiendo bonos”, dice esta trabajadora
Presiones para financiar
Otra queja de los clientes es que fueron presionados a financiar sus tratamientos: “Insistieron tanto que al final lo financié. Y ahora me van a seguir cobrando”.
Pese al cierre en las islas, las clínicas continúan operando en otros puntos de España, como Madrid, lo que ha incrementado la indignación de los afectados. “Siguen engañando a la gente, siguen vendiendo productos cuando saben el problema que hay”, denuncian.
