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Bajada de San Agustín de las Madres|AYUNTAMIENTODEARAFO

Como cada 4 años, Arafo rememora el milagro de Añavingo con la Bajada de San Agustín de Las Madres

El próximo 2 de agosto Arafo vuelve a celebrar la Bajada de San Agustín de Las Madres, un encuentro que une a la vecindad de Arafo y de otros municipios en torno al barranco de Añavingo

2025 será recordado en Canarias, entre otras muchas cosas, por ser un año de Bajadas. Durante cuatrienios y lustros, creyentes y fieles a la tradición cultural-religiosa han esperado para volver a venerar las imágenes sagradas, sobre todo las que fueron canceladas debido a las restricciones derivadas de la pandemia, durante 2019 y 2020, y que vuelven a celebrar sus largos recorridos.

Este año han coincidido la Bajada de la Virgen del Pino, en Gran Canaria; la Virgen de Los Reyes, en El Hierro y la Virgen de Las Nieves, en La Palma. A esto se unirá la peregrinación que iniciará en octubre la imagen de la Virgen de Candelaria, desde el municipio que lleva su nombre, hacia Santa Cruz de Tenerife. Pero antes, en el mes de agosto, se celebra en Arafo la Bajada de la imagen de San Agustín de Las Madres, un hecho que ocurre cada cuatro años.

Mucho más que festejo

Los actos para la celebración de San Agustín de Las Madres pueden resultar a simple vista algo parecido a una romería, pero nada más lejos, sobre todo teniendo en cuenta el sentir no solo de araferos y araferas sino de casi toda la ciudadanía del Valle de Güímar.

La Bajada del santo desde la gruta de San Agustín, en la parte alta del Barranco de Añavingo, es todo un acto de devoción y gratitud que pervive desde hace casi tres siglos. La peregrinación cuatrienal es un sentimiento con el que se identifica un pueblo y que el próximo domingo, 2 de agosto, volverá a materializarse.

Bajada del santo a través del barranco de Añavingo|AYUNTAMIENTODEARAFO

Tradición

La peregrinación de san Agustinito, como cariñosamente se le conoce, fue interrumpida en el año 2021, debido a las restricciones pandémicas, lo que llevó a decidir su posterior celebración para 2022. En esta ocasión los festejos estuvieron ensombrecidos por el fallecimiento de Marcos Fariña (31 de marzo de 2022), persona que dedicó gran parte de su vida a cuidar la imagen, durante más de 40 años.

Fariña conocía Añavingo como la palma de su mano. El trayecto desde su casa hasta la morada del santo lo recorría a diario, a pesar de su avanzada edad. Son muchas las personas de Arafo las que consideran que se le debe a este arafero el celo por el cuidado de la talla  y la devoción que supo transmitir, preservando así la tradición.

Historia

En el año 1745, un gran risco cayó en el barranco de Añavingo, en Arafo, bloqueando el cauce del agua y causando una grave sequía que duró seis años. Los vecinos lucharon sin éxito para recuperar el flujo del río, sin conseguirlo, lo que les obligó a desplazarse a Güímar para conseguir agua.

Durante ese tiempo, la comunidad recurrió a la fe y realizó un novenario (tal y como marcaban las leyes eclesiásticas) en honor a San Agustín. El novenario había que pagarlo y les faltaba un real y medio de plata . Aún así, procesionaron con el cuadro con la imagen del santo hasta el nacimiento del barranco y lo dejaron en una cueva con una vela encendida.

El agua retomó su cauce

Esa misma noche empezó a llover intensamente y el agua volvió a fluir por el cauce, removiendo los obstáculos que lo bloqueaban. La primera persona en verlo fue el cuidador de la imagen, Juan Hernández Santiago, quien además encontró en un lugar próximo el dinero que faltaba para pagar el novenario.

A los 19 días del milagro, muchos habitantes llevaron la imagen de San Agustín desde el barranco al pueblo como muestra de agradecimiento. Este evento marcó el inicio de la tradición de la Bajada, que se viene celebrando con este carácter y de manera periódica desde 1976.

Barranco de Añavingo

La talla de San Agustín pertenece a la Comunidad de Regantes de Añavingo y se encuentra en el barranco que lleva su nombre. Para llegar, se puede recorrer una ruta desde el casco del pueblo, en unas dos horas, siguiendo la calle La Libertad hasta la zona conocida como la Canal Alta. En coche, es posible acercarse hasta donde empieza la pista de tierra, y desde allí continuar caminando por un sendero que atraviesa el barranco.

Este lugar es un auténtico regalo natural, con un camino transitable que invita a dejarse envolver por su aroma fresco. Entre granados, pinos y plantas autóctonas, el sonido del agua que baja hacia el pueblo acompaña el recorrido. 

Este próximo domingo, 2 de agosto, Arafo vive nuevamente su Bajada. Una celebración con identidad propia y que es organizada, principalmente, por la comisión de vecinos, aunque también participan de manera imprescindible la parroquia y el ayuntamiento.