La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha pedido este viernes respeto a la Delegación del Gobierno, después de que esta la acusara de actuar “con populismo” y mostrar su “falta de conocimiento habitual”, al cuestionar su papel en la autorización de una manifestación en el Teide.
La Delegación del Gobierno en la Comunidad Autónoma ha lamentado que Dávila ponga en duda la regulación del derecho a reunión y le ha recordado que la Subdelegación del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife no autoriza manifestaciones, sino que regula un derecho ya establecido.
Tensión institucional por competencias
Dávila, en declaraciones a los medios de comunicación, ha calificado el comunicado de la Delegación como “absolutamente impropio de una institución que representa al Gobierno de España y que debería expresarse al menos con respeto a la institución que yo represento y hacia mi persona”.
Asimismo, ha expresado su satisfacción porque “al final haya imperado la cordura y finalmente no se celebre esta manifestación en el Parque Nacional del Teide”.
Dávila insiste en que es competencia del Estado
Según ha declarado, es la Delegación del Gobierno, “como lo ha sido en todos estos años y todo el mundo lo sabe, la que tiene la capacidad de autorizar, no autorizar, prohibir o incluso proponer otro lugar”.
Sin embargo, ha lamentado que la Delegación haya preferido “atacar a esta presidenta y a esta institución” en lugar de asumir su responsabilidad institucional.
Respuesta al calificativo de populista
Sobre que la hayan tachado de populista, Dávila ha afirmado que “no le duele” y que “aquí cada uno se retrata como se expresa”.
“A mí esas cosas no me duelen, me parecen impropias, pero personalmente no tengo nada en contra del delegado del Gobierno, no sé si él lo tiene contra mí”, ha zanjado.