En pleno casco histórico de una de las ciudades más fascinantes de Canarias, se alza una edificación que, más que un inmueble, parece un susurro del pasado. Su estructura, discreta pero imponente, conserva el eco de otras épocas, cuando la vida transcurría más despacio y los detalles importaban.
No es habitual encontrar propiedades con esta carga simbólica, con una presencia que atraviesa generaciones. Y, sin embargo, hoy se abre una oportunidad difícil de igualar.
En la emblemática San Agustín
Situada en la calle San Agustín, uno de los enclaves con mayor valor patrimonial de San Cristóbal de La Laguna, esta casa tradicional canaria del siglo XIX es una auténtica pieza de colección. Construida en 1888, la vivienda ha resistido el paso del tiempo manteniendo su esencia intacta: fachada señorial, carpintería de época y una disposición estructural que realza su luminosidad gracias a su ubicación en esquina.
La propiedad cuenta con 502,54 metros cuadrados de superficie total, distribuidos en tres plantas, azotea y un patio interior con aljibe, elementos distintivos de la arquitectura canaria más pura. Toda la información se encuentra en la plataforma de Idealista.
Tres plantas con historia
En la planta baja, dos locales comerciales con acceso independiente permiten contemplar su uso más allá del residencial. Estos espacios, situados estratégicamente, cuentan con aseos propios, conexión con el patio interior y una entrada adicional desde la calle Tabares de Cala, que da paso a una habitación auxiliar y a las zonas comunes.
La primera planta está concebida como vivienda principal, con salones amplios, habitaciones conectadas, cocina independiente, baño completo, aseo en pasillo y un zaguán con escalera que lleva a la planta superior. Esta configuración permite múltiples opciones de redistribución, algo esencial para quienes desean adaptar el espacio a necesidades modernas sin perder el alma original del inmueble.
En la buhardilla, una habitación y una antesala ofrecen un ambiente acogedor, ideal como estudio, rincón de lectura o área de descanso. Desde aquí se accede también a la azotea, un espacio privilegiado con 97,60 metros cuadrados que invita a soñar con reuniones íntimas bajo el cielo lagunero.
Un inmueble versátil
Entre las cifras que definen esta propiedad destacan:
- 6 habitaciones
- 2 cocinas
- 4 aseos y 1 baño completo
- 2 locales comerciales
- Patio central con aljibe
- Azotea amplia y transitable
Además, la unidad no está dividida horizontalmente, lo que ofrece plenas posibilidades legales y arquitectónicas para desarrollar un proyecto integral.
Ideal para varios perfiles
Esta casa no solo habla a quien busca una vivienda con carácter, sino también a quienes piensan en ella como una inversión patrimonial. Su ubicación, dimensión y estructura la convierten en una opción excepcional para proyectos turísticos tipo boutique, iniciativas culturales, centros institucionales o espacios híbridos entre vivienda y actividad profesional.
No obstante, el espacio necesita una reforma integral para darle una nueva vida a este inmueble único, preservando su herencia y adaptándolo a las demandas del presente.
Un valor que trasciende el ladrillo
Esta no es una casa cualquiera. Es una construcción que forma parte de una ciudad declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, donde cada piedra cuenta una historia. Y como todo lo valioso, su verdadero potencial está en los ojos de quien sepa ver más allá de las paredes.
En tiempos donde la identidad urbana se diluye, hallar una propiedad como esta supone algo más que una compra: es una declaración de intenciones. Un gesto hacia la memoria, la autenticidad y el compromiso con la cultura arquitectónica de Canarias.