Dos semanas encadenados para impedir Cuna del Alma: "No sabemos qué va a suceder"

Tres activistas se mantienen sobre una pala mecánica para impedir que continúen las obras del polémico proyecto turístico en el Puertito de Adeje

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Miguel, Guacimara y Lola, las tres personas que se han encadenado desde hace dos semanas a una pala de obra en el Puertito de Adeje. / Cedida
Miguel, Guacimara y Lola, las tres personas que se han encadenado desde hace dos semanas a una pala de obra en el Puertito de Adeje. / Cedida

Este jueves se cumplen dos semanas desde que tres activistas, en la lucha por salvaguardar su tierra, se encadenaron a una máquina pala que realizaba trabajos en la obra que aún se mantiene activa de proyecto turístico Cuna del Alma en el Puertito de Adeje.

Dos semanas de incertidumbre cuyo final sí tiene certeza para estas tres personas con las que ha hablado Atlántico Hoy. “De aquí no nos movemos hasta que se suspenda la obra”.

Son Guacimara, Lola y Miguel, que formaron parte de la acampada asentada en la zona días antes y que decidieron dar el paso de encadenarse para detener definitivamente los trabajos sobre el terreno. “Hemos conseguido parar la obra para que no llegue hasta la playa”, si bien es verdad que siguen en la zona más alta del terreno.

Maquinaria sobre la que están encadenados Guacimara, Lola y Miguel. / Cedida
Maquinaria sobre la que están encadenados Guacimara, Lola y Miguel. / Cedida

Agresión a compañeros

Como relatan los tres protagonistas, “están siendo días bastantes duros y de incertidumbre. Estamos atados a las palas y no sabemos qué va a suceder”, comparten con unanimidad, apenas un día después de que se publicara un vídeo en el que un empleado de la obra agrediera a otro de los activistas que estaban en la zona. “Los trabajadores nos increpan muchas veces o nos ponen seguritas muy cerca para ver cómo reaccionamos y siempre reaccionamos de forma pacífica hasta el otro día, cuando los de seguridad se portaron mal con nuestros compañeros y les agredieron”, expresan.

Tras dos semanas encadenados y manteniéndose firmes, a pesar de las presiones, resaltan que están bien de salud. “De cuerpo y de mente”, subrayan.

 

 

Apoyo y logística

Para ello, se han estado nutriendo todo este tiempo del fuerte apoyo social de quienes se enfrentan a todo lo que significa y rodea Cuna del Alma. “Es un apoyo máximo por todos lados. Se agradece mucho y nos está dando fuerzas para seguir”, aunque reconocen que el proceso “está siendo duro”, pero no se van a rendir. “Vamos a seguir encadenados hasta que la obra se pare. Todo esto es gracias a la gente que nos rodea. Nuestras familias están orgullosas de nosotros”, esgrimen Guacimara, Lola y Miguel.

Pero no todo puede ser apoyo para sostenerse casi las 24 horas de cada día sobre la pala mecánica. Se necesita de logística para nutrirse, ahora literalmente. “Han venido 300 personas y hay un campamento fijo de apoyo, donde hacen comida, nos dan el agua y demás. Con todo el apoyo popular que estamos recibiendo de aquí no nos vamos hasta que paren la obra”, insisten enérgicos.

Cargan contra las instituciones

Una situación, no obstante, que no parece tener un final a corto plazo, por lo que aumenta la incertidumbre de hasta cuándo estarán encadenados. Sin embargo, se avecinan a dar con una solución cuyo paso no está en sus manos. “Quienes pueden parar la obra son las instituciones corruptas que tenemos en Canarias, en el Cabildo de Tenerife y en el Ayuntamiento de Adeje”, remarcan acusando.

“El Pacto de las flores es igual que Corrupción Canaria y hasta que esas instituciones corruptas no paren la obra no nos vamos a ir. Estamos haciendo lo que deberían haber hecho ellas: parar la obra, estando en un entorno natural protegido por miles de motivos y lo están destrozando todo”, argumentan sin dudar desde su punto de vista.

Más protestas

Por último, quieren compartir otra situación que, consideran, atenta contra la naturaleza de la isla. “El Cabildo de Tenerife ha puesto piche en una zona donde viven las pardelas y otras especies endémicas. Hay unas farolas bastante grandes y eso va a afectar a todas las pardelas. Se va a ver afectada toda la fauna de tierra y marina, porque en un momento que este lleno de hoteles, las playas las quieren privatizar y toda la diversidad marina se irá a la mierda”, finalizan”.

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