La Guardia Civil ha rescatado a dos ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta), una de ellas fallecida, que estaban a la deriva atrapadas por redes a media milla del muelle de Santa Cruz de Tenerife.
El rescate fue realizado por agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Servicio Marítimo Provincial de Santa Cruz de Tenerife mientras prestaban servicio por la costa de la isla, y que observaron el grupo de redes, de aproximadamente 10 metros cuadrados, lo que supone un peligro para la navegación, por lo que los agentes se aproximaron para su retirada y entonces observaron que había dos especímenes de tortuga boba, una de ellas en estado de descomposición, mientras que la otra parecía estar en perfecto estado.
Los agentes consiguieron liberar a la tortuga que estaba atrapada con las redes, dejándola en libertad en ese momento.
Peligro de extinción
La tortuga boba, llamada así por la facilidad con la que los pescadores la capturaban flotando en la superficie, es una especie de gran tamaño. Se distribuye por las aguas templadas, tropicales y subtropicales del mundo y se encuentra entre las especies que visita las Islas Canarias con más frecuencia.
La tortuga boba está dentro de la lista de especies vulnerables de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Son grandes consumidoras de medusas y, en ocasiones, ingieren plástico accidentalmente al confundirlo con alimento, lo que puede causarles la muerte.
El principal enemigo de la tortuga boba en extinción es el ser humanp, tanto por la contaminación del medio acuático como por las artes de pesca no selectiva. La mayoría de las veces, como en este caso, se produce de forma accidental, al quedarse atrapadas en las redes de los pescadores.
Localizar al propietario de las redes
La Guardia Civil ha contactado con el Centro de Recuperación de la Tahonilla, dependiente de la Consejería del Medio Natural del Cabildo de Tenerife, donde solicitaron la entrega del ejemplar muerto para su estudio, así como de las redes en las que se halló atrapado.
Estas redes se encuentran bajo custodia de la Guardia Civil a fin de localizar al propietario.