Tras registrarse durante la madrugada de este jueves dos enjambres sísmicos en la isla de Tenerife con más de 700 pequeños terremotos, los expertos han insistido en que no hay un aumento en la probabilidad de ocurrencia de una erupción en el Teide.
El propio Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha descartado una erupción inminente, y desde el Instituto Volcanológico de Canaria (Involcan) apuntan que no se han registrado cambios que indiquen un aumento en la probabilidad de ocurrencia de una erupción volcánica a corto o medio plazoen la isla.
Según indicó a EFE el director del IGN en Canarias, Itahiza Domínguez, no hay indicios como deformación del terreno o aumento de gases que indiquen una intrusión magmática, a diferencia de lo ocurrido antes de la erupción del Tajogaite en La Palma.
Primer enjambre
Desde Involcan, a través de una publicación explicativa que han realizado a través de sus perfiles en redes sociales, apuntan que a partir de 21:31 horas del pasado miércoles la Red Sísmica Canaria registraba dos enjambres sísmicos en el entorno del complejo volcánico Teide–Pico Viejo.
"El primero de ellos, compuesto por más de 55 pequeños terremotos volcano-tectónicos, tuvo lugar entre las 21:30 h del 6 de agosto y las 00:10 h del 7 de agosto. De estos eventos, 50 han podido ser localizados, con una magnitud máxima de M = 1,5 y profundidades comprendidas entre 8 y 14 kilómetros. Este tipo de sismos están asociados a procesos de fracturación de las rocas", señalan
Segundo enjambre
Por otro lado comentan que sobre las 02:50 horas comenzó el segundo enjambre de eventos sísmicos híbridos que se prolongó hasta las 07:30 horas. "Estos eventos, que reflejan el movimiento de fluidos hidrotermales —como agua, gases o vapor— en el subsuelo, son más difíciles de localizar debido a su baja magnitud y características particulares. No obstante, los pocos que han podido ser localizados coinciden aproximadamente con la zona del primer enjambre", informan. Se trata del sexto de este tipo registrado en la isla desde octubre de 2016.
Desde Involcan insisten en que la causa más probable de estos enjambres "es la inyección de fluidos magmáticos en el sistema hidrotermal de la isla, un fenómeno respaldado por datos geoquímicos y geofísicos". Entre estos se incluye "un aumento en la emisión difusa de dióxido de carbono (CO₂) en el cráter del Teide y una ligera deformación del terreno detectada desde 2024 en el sector noreste del pico", concluyen.