Los funcionarios de la prisión de Tenerife II se han manifestado este pasado lunes a las puertas de la cárcel para pedir una solución a los cortes de agua que llevan “aguantando tres semanas seguidas”, según denuncian.
Nacho Fernández, delegado del sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM), cuenta a Atlántico Hoy que debido a la situación tienen que trabajar “en malas condiciones” y asegura que la seguridad dentro del centro penitenciario "se está viendo afectada”. Según el delegado, entre 50 y 60 funcionarios se movilizaron en los exteriores del centro, y no descartan realizar más manifestaciones “si la situación no cambia” aunque esperan que tenga una “solución rápida”.
Lo que sí ha confirmado es que este viernes mantendrán una reunión con el alcalde del municipio de El Rosario, Escolástico Gil, y también solicitarán para la próxima semana un encuentro con el subdelegado del Gobierno en Canarias, Javier Plata. Además ya han remitido un escrito a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias aunque barajan emitir otro pidiendo "explicaciones y soluciones".
Problemas de almacenamiento
Fernández insistió la semana pasada en que llevaban "más de una semana con cortes de agua" debido a que la prisión "solo cuenta con un aljibe de almacenamiento" y es insuficiente para un centro de ese calibre. Por ello ponía el foco en que hacían falta obras de ampliación y contar con más almacenamiento.
El propio alcalde del municipio reprochó al Estado, a quien corresponde realizar las demandadas mejoras para el almacenamiento de agua, "la falta de acción a un problema que se repite desde hace décadas".
Lavarse en cubos
Lo ideal, señalaba Fernández, sería una canalización directa y exclusiva a la prisión sin pasar por el Ayuntamiento de El Rosario. Algo que, según el delegado sindical, “se estudió tras el incendio de 2023 y no se ha hecho nada”.
Afirma que los funcionarios "tienen que lavarse las manos en cubos de agua y hacer sus necesidades en los mismos” aguantando "temperaturas que alcanzan los 35 grados". Una situación que, según Fernández, han llevado hasta la propia Secretaria General de Instituciones Penitenciarias, así como al subdelegado del Gobierno en Canarias y a la propia dirección del centro.
Visita del subdelegado
El pasado jueves el alcalde de El Rosario recibió la visita del subdelegado del Gobierno para tratar unos cortes que incluso sufren vecinos de la zona. En el encuentro, Gil recordó al representante estatal que esta problemática "se repite desde hace décadas" y agradeció su interés en tratar de buscar soluciones.
De esta manera explicó que los vecinos de Llano del Moro y La Esperanza “llevan 37 años padeciendo las consecuencias de la ubicación de una cárcel en un territorio agrícola”, lo que, unido a la actual crisis hídrica de la isla, el crecimiento poblacional y el elevado consumo del centro penitenciario —estimado en 270.000 litros diarios para unos 1.000 internos y 400 funcionarios—, genera constantes dificultades de abastecimiento.
Alternativa
Como medida alternativa, el regidor informó al subdelegado de que el consistorio ha encargado un proyecto para diseñar una red de suministro independiente que abastezca directamente a Tenerife II, con el objetivo de evitar que la población local siga sufriendo las consecuencias "de una planificación deficiente en esta infraestructura estatal".
Gil lamentó que, pese a haber trasladado estas reivindicaciones a varios ministros y a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, “el municipio no ha recibido una respuesta a la altura de su solidaridad”. En este sentido criticó que aún no se hayan ejecutado mejoras en el almacenamiento de agua de la prisión ni en la red de suministro que permitan paliar la situación.