Una guardia civil se pega un tiro probando una de las pistolas defectuosas Ramon en Tenerife

Todavía no se sabe si fue por un fallo de fabricación del arma o por negligencia | La pistola iba a ser entregada a la Unidad de Seguridad Ciudadana

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Una agente de la Guardia Civil realiza prácticas de tiro./ Archivo
Una agente de la Guardia Civil realiza prácticas de tiro./ Archivo

Lo que más se temía la Guardia Civil ha acabado por ocurrir: un accidente con una de las pistolas defectuosas Ramon. La tarde del pasado miércoles, una agente del instituto armado especializada en armamento estaba probando pistolas en la galería de tiro de la Policía Canaria en Tenerife. Tenía una docena de armas Ramon, las nuevas pistolas que el Ministerio del Interior ha repartido entre miles de agentes y que dan una gran cantidad de fallos. Una se le disparó.

Según han asegurado fuentes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la bala le impactó en la pierna. "Fue un disparo limpio, no le atravesó la femoral ni ningún hueso", asegura a Atlántico Hoy un interlocutor del sindicato. A la agente se le practicó un torniquete en el lugar de los hechos.

Las mismas fuentes que aseguran que hay "mucho oscurantismo" alrededor del suceso: "Nadie quiere hablar del tema".

Graves deficiencias

Hace unas semanas, estalló un escándalo en toda España por el reparto a la Benemérita de más de 6.000 pistolas "Ramon" de la marca israelí EMTAN que el Ministerio del Interior había comprado. Una marca low cost que está generando quejas entre los principales sindicatos del instituto armado a nivel nacional. Según han indicado los representantes sindicales de la Guardia Civil, las armas presentan "graves deficiencias".

Agustín Leal, secretario de comunicación del sindicato Justicia para la Guardia Civil (Jucil), expresó hace unos días, en declaraciones para el canal de televisión madrileño Telemadrid, que estas pistolas presentan una "cantidad inusitada de fallos".

La propia Dirección General de la Guardia Civil, en un informe difundido por AUGCadmitió que, tras un examen exhaustivo, se habían detectado "ciertos fallos relacionados con el sistema de extracción de la pistola". Tras estudiar la casuística de esos errores y comunicárselo a EMTAN, "se determinó que debían sustituirse ciertas piezas de la pistola y de esa manera solventar los diferentes comportamientos derivados de las tolerancias de homologación en los diferentes tipos de cartuchería normalizada por NATO".

Agustín Leal, portavoz de Jucil./
Agustín Leal, portavoz de Jucil./

Se iban a repartir en la Unidad de Seguridad Ciudadana

El pasado jueves 15 de diciembre, Atlántico Hoy adelantó que el Grupo de Reserva y Seguridad de la Guardia Civil desplegado en Tenerife tenía estas pistolas, aunque no se habían repartido a los agentes de la comandancia. Ese grupo es el que controla la seguridad de los aeropuertos, por lo que depende de Madrid y no de la oficina provincial.

Sin embargo, parece que el plan sí era repartirlas entre los agentes de la comandancia próximamente. Según fuentes de AUGC, la agente que se pegó el tiro estaba precisamente probando las pistolas Ramon que iban a ser entregadas a los guardias civiles de la Unidad de Seguridad Ciudadana.

Guardias Civiles en un entrenamiento de tiro./ GC
Guardias Civiles en un entrenamiento de tiro./ GC

AUGC pedirá una investigación

El sindicato va a pedir que se abra una investigación sobre el accidente para determinar si ocurrió por negligencia de la agente -a quien desean una pronta recuperación- o se trata de un fallo del arma. Quieren esclarecer, además, si la pistola tenía cambiadas las piezas que la Dirección General de la Guardia Civil había ordenado sustituir.

En cualquier caso, fuentes de AUGC explican a Atlántico Hoy que es imposible que el arma se disparase sola. Ahora bien, cómo se accionó el mecanismo de disparo es la clave del accidente: pudo ser porque la agente apretase el gatillo o por algún fallo del propio arma. "Ha habido casos en los que la Ramon se ha disparado a ráfagas", cuentan a este medio desde AUGC, detallando que no es una pistola diseñada para disparar una ráfaga.

Un fallo como ese pone en grave riesgo la seguridad de los agentes y de quienes les rodean, puesto que puede darse el caso de que el arma continúe disparando después de haber apretado el gatillo. En cualquier caso, la casuística concreta de este accidente todavía se desconoce.

Una pistola Ramon de la empresa israelí EMTAN como las que ha comprado el Ministerio del Interior para la Guardia Civil./ EMTAN
Una pistola Ramon de la empresa israelí EMTAN como las que ha comprado el Ministerio del Interior para la Guardia Civil./ EMTAN