En Canarias se mira mucho hacia el cielo: para predecir el tiempo o contemplar el firmamento. Pero lo que muchos no imaginan es que, a millones de kilómetros, en la superficie rojiza de Marte, hay un volcán que parece reflejar el alma geológica de las islas.
No es la primera vez que el Canarias —con diferentes lugares del archipiélago— se usa como referencia y comparativa de este planeta que comparte espacio con la Tierra en el Sistema Solar. Pero, esta vez, hay algo en el planeta rojo que recuerda mucho al hogar: un hermano gemelo del Teide.
Así es Elysium Mons
El protagonista de esta historia se llama Elysium Mons. Es un coloso marciano, un volcán en escudo de pendiente suave y dimensiones gigantescas, que se eleva unos 12,6 kilómetros sobre el terreno marciano. Eso lo convierte en uno de los volcanes más grandes de Marte —solo superado por Olympus Mons— y en uno de los más imponentes de todo el sistema solar.
Por su forma, estructura y origen, recuerda notablemente al Teide, el majestuoso volcán que domina el paisaje de Tenerife y que, con sus 3.718 metros sobre el nivel del mar, es el pico más alto de España.
Similitudes sorprendentes
Ambos son volcanes de origen basáltico, formados por erupciones sucesivas de lava fluida que fue construyendo sus estructuras actuales. Tanto el Teide como Elysium Mons muestran los rasgos típicos de los volcanes en escudo: pendientes suaves, formación prolongada en el tiempo y un origen vinculado a puntos calientes de actividad volcánica.
Pero mientras el Teide sigue siendo un volcán activo, Elysium Mons lleva en silencio millones de años. Aun así, estudios recientes sugieren que su última erupción podría no ser tan antigua como se creía, lo que lo convierte en un objeto de gran interés para la investigación espacial.
Canarias, un espejo planetario
Lo fascinante es cómo un volcán en una isla atlántica y otro en un planeta desértico pueden parecerse tanto. Esta conexión ha servido incluso para que científicos estudien procesos volcánicos marcianos observando el Teide, al que se considera un modelo natural para comprender la geología de Marte.
