Un joven denuncia ser multado por entrar en zona evacuada a por medicinas para su padre trasplantado

La policía paró a Raimundo cuando estaba saliendo de su casa con las medicinas, aunque no llevaba la receta médica

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Cartel que impide el paso a una zona del norte de Tenerife por el incendio que azota la isla y que ha obligado a desalojar a miles de personas./  EFE/Alberto Valdés
Cartel que impide el paso a una zona del norte de Tenerife por el incendio que azota la isla y que ha obligado a desalojar a miles de personas./ EFE/Alberto Valdés

Raimundo, un vecino evacuado de la zona de Barranco de Las Lajas, en Tacoronte, fue multado este lunes por adentrarse en la zona evacuada sin autorización.

La razón que le movía era poderosa, según ha explicado la familia a Atlántico Hoy: su padre Francisco, con un órgano recién trasplantado, necesitaba con urgencia un medicamento prescrito que la familia se dejó en su domicilio durante la evacuación.

Intentó pedir permiso

El Gobierno de Canarias está extremadamente preocupado con las personas que se saltan el perímetro de seguridad y ha avisado por activa y por pasiva que la administración actuará contra ellas, pero Raimundo asegura que no tenía otra opción, ya que se trata de un medicamento que cuesta más de 300 euros.

Según cuenta su madre a este medio, su hijo trató de contactar con las autoridades para que le permitieran acceder al área evacuada a por las medicinas. Su domicilio se encuentra a apenas un kilómetro de donde estaban las vallas que cortan la carretera.

Nadie cogió el teléfono, asegura la familia, así que Raimundo acudió al retén, pero no encontró allí ningún policía.

Se saltó el perímetro

Como su padre necesitaba la medicina, según asegura la familia, entró en la casa y, al salir, una patrulla policial le identificó.

De nada sirvió la justificación, según el joven. Su madre reconoce a Atlántico Hoy que no llevaba consigo la receta de los medicamentos, pero sí les mostró las cajas. Los agentes se limitaron a decirle que estaba propuesto para sanción, aunque quizás no le llegue la multa.

La familia de Raimundo lamenta el suceso. Su padre, Francisco, está teniendo que extremar las precauciones tras el trasplante y ha tenido que irse al domicilio de unos amigos porque no puede compartir baño con los cientos de personas que se quedan en los albergues por cuestiones sanitarias.