La carretera que asciende hacia La Esperanza es una de las más utilizadas del área metropolitana de Tenerife. Su trazado recto en algunos tramos invita a aumentar la velocidad más de lo permitido y, con frecuencia, se convierte en escenario de maniobras arriesgadas.
La instalación de un nuevo radar fijo confirma esta idea. El dispositivo, colocado el 4 de diciembre de 2025, se encuentra a la altura aproximada de la conocida Sala Juanito, uno de los tramos con mayor circulación.
Ubicación del dispositivo
Aunque no hay anuncio oficial, varias imágenes en redes sociales confirman que el radar ya está instalado y en fase previa de puesta en servicio. El punto elegido se sitúa en la recta de La Esperanza, en un espacio con buena visibilidad y tráfico continuo, lo que facilitará la detección de excesos de velocidad.
Una vez se publique la comunicación oficial, el radar comenzará a registrar infracciones. Hasta entonces, su presencia sirve como advertencia para los conductores que utilizan a diario esta vía.
Por qué este tramo
La elección de este tramo de la vía no es casual. La recta de La Esperanza suele registrar incrementos de velocidad que superan la normativa vigente, especialmente en horas de menor tráfico. Además, es un punto de paso habitual para quienes se desplazan entre el área metropolitana y los municipios de medianías.
Los dispositivos de control de velocidad buscan reducir la siniestralidad, evitando maniobras bruscas y frenazos que ponen en riesgo a otros usuarios. La instalación del radar pretende mejorar la circulación general y frenar comportamientos temerarios.
Consecuencias económicas
Superar el límite de velocidad puede conllevar multas significativas y la pérdida de puntos del carné. La cuantía varía según el exceso registrado, pero puede ascender hasta los límites máximos contemplados por la ley. Por ello, la presencia del radar busca también generar un efecto disuasorio: fomentar el respeto de la velocidad para evitar costes innecesarios.
Este nuevo radar se suma a otras actuaciones impulsadas en los últimos años para reforzar el control de velocidad en Tenerife. La DGT y las administraciones locales consideran que estas herramientas contribuyen a reducir colisiones graves y atropellos, especialmente en vías con alta densidad de tráfico.