¿Qué pasa con los vertidos del Complejo Ambiental de Tenerife?

Un vuelo ilegal con dron, el supuesto vertido irregular de residuos y 38 años de enterrando basura: El debate sobre la gestión de residuos vuelve a ser noticia por una denuncia a la Fiscalía de Medio Ambiente

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Depósito de residuos en el Complejo Ambiental de Tenerife. /
Depósito de residuos en el Complejo Ambiental de Tenerife. /

La gestión de los residuos en la isla de Tenerife ha vuelto a ser noticia después de que Coalición Canaria de Arico haya denunciado ante la Fiscalía de Medioambiente que se están realizando supuestas irregularidades en el Complejo Ambiental de Tenerife, situado en el municipio anteriormente mencionado, en el tratamiento y posterior desechos de los residuos que llegan a la instalación

Un vuelo ilegal de un dron y un informe técnico que el Cabildo isleño pone en duda han servido de baza política al partido nacionalista contra el PSOE para poner en duda la gestión de los residuos y señalar culpables. Desde hace 38 años la isla entierra sus residuos previa valorización y tratamiento de los mismos, estando muy lejos de implantar un modelo circular. Esta supuesta falta de tratamiento es la que ha originado el nuevo potaje de acusaciones entre unos y otros, aunque sin llegar a un compromiso de dejar de enterrar la basura generada.

A vista de dron

La denuncia medioambiental de CC alega que un informe técnico de la empresa Evalúa evidencia “claras irregularidades en el tratamiento y desecho de los residuos que llegan al vertedero”. El Ayuntamiento de Arico informó así en un comunicado donde indicó que realizó un vuelo con dron “con el único objetivo de visualizar el estado de las parcelas a efectos urbanísticos ambientales y recabar el apoyo documental necesario para la posterior inspección y redacción de informes”.

Claramente esta cuestión ha sido criticada por el Cabildo de Tenerife al no contar con los permisos de vuelo correspondientes, por lo que ha denunciado también al Ayuntamiento de Arico por realizar el vuelo. Esta supuesta ilegalidad, sin embargo, dotó de cierto fundamento a CC para denunciar que no se están tratando los residuos correctamente. 

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Depósito de residuos en el Complejo Ambiental de Tenerife. / CEDIDA POR COALICIÓN CANARIA

La visita de la discordia

El vuelo del dron se produjo el 30 de enero, justo un día antes de que se produjera la inspección que el consistorio había solicitado al Gobierno insular y en la que según el consejero del área, Javier Rodríguez, se dieron respuesta a todas las preguntas en buen término. Sin embargo, en el comunicado del consistorio lo que se explica es que ese día “se negó la entrada [...] para realizar la inspección terrestre a la empresa evaluadora, aunque sí a los empleados públicos del consistorio bajo la expresa consigna por parte del Cabildo de que ‘la acción no tendría categoría de inspección sino de visita”

Lo que el dron vio y que recoge el informe de la empresa externa, siempre según el Ayuntamiento, fue la llegada de “31 camiones, 29 cargados con residuos, de los cuales 20 fueron directos a la celda de vertido sin pasar por las plantas de procesamiento y tratamiento de clasificación todo-uno”. 

¿Qué tenían esos camiones? Al parecer “asfaltado fresado, plásticos clasificados y residuos sólidos urbanos sin separar. Las cifras señalan que, de 534 metros cúbicos a la hora de residuos entrantes, 400 m3/h de residuos se trasladaron directamente”. Es una estimación que hace la empresa solo del vuelo del dron durante dos horas en el complejo, lo que para el Cabildo de Tenerife no puede servir como base metodológica para afirmar una tendencia prolongada en el tiempo. También se asegura que “hubo evidencias de vertidos conjuntos: residuos sanitarios junto a plásticos, plásticos con residuos no peligrosos y, a su vez, piche y construcción con residuos no peligrosos”.

Una comparencia sin conclusiones

El consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático tuvo que comparecer el pasado viernes en un pleno extraordinario solicitado por los nacionalistas para rendir cuentas al respecto. En todo momento defendió la gestión que se viene realizando en el complejo, además de que dejó claro que las imágenes que vio en el vuelo del aparato se corresponden con unos vertidos autorizados por la Autorización Ambiental Integrada (AAI). 

Un hecho que la consejera Blanca Pérez (CC) le reprochó al respecto de que la última inspección de la AAI data de 2020 y en el clásico cruce de acusaciones Rodríguez respondió que los técnicos del Cabildo aseguran que fue en mayo de 2022. Atlántico Hoy ha solicitado al departamento de comunicación del Cabildo de Tenerife los tres informes que el consejero socialista aseguró que avalan sus palabras sin obtener respuesta. 

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Depósito de residuos en el Complejo Ambiental de Tenerife. / CEDIDA POR COALICIÓN CANARIA

Enterrando basura

Durante el pleno, a excepción de los grupos que conforman el gobierno, el resto se mostró muy crítico con la gestión actual de los residuos. Desde el Partido Popular, el consejero Valentín Esteban González señaló que según los datos de 2021, el 92,46% de los residuos que llegan al complejo van directos a la celda de vertidos, “solo el 2,8% es material reciclado y 0,46% es material bioestabilizado. Lo alarmante es que ahora mismo haya vertidos directamente a celda sin haber pasado por el tratamiento y el procesamiento”, comentó. 

Más allá de la situación política de lo que dicen unos y lo que dicen otros, el modelo de la gestión de residuos de la isla de Tenerife es el de enterrar la basura, como avalan los datos que dio el consejero popular. Rodríguez aseguró que el 50% de lo que se entierra son residuos orgánicos, porque ningún ayuntamiento (solo el distrito Ofra-Costa Sur de Santa Cruz de Tenerife ha instalado un contenedor específico) ha apostado por recoger residuos orgánicos, según ha asegurado el consejero socialista.

El complejo está formado por un vertedero, una planta de compostaje, una planta de separación y clasificación de envases y un aula ambiental, según ha explicado el Ayuntamiento de Arico. El problema que han venido denunciando es la afección a los vecinos de "plagas, olores por la emanación de gases, afección a cultivos y granjas de la zona, plásticos que sobrevuelan el recinto y llegan a las áreas colindantes, etc.". 

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