Hay carreteras en las que el paisaje distrae y otras donde conviene no apartar la vista del velocímetro. Algunas, sin apenas avisar, esconden los radares más activos del país. Y uno de los más temidos de Canarias se encuentra precisamente en la isla de Tenerife, donde año tras año miles de conductores son sancionados por circular por encima del límite permitido.
Según el último informe de la organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA), los dispositivos de la Dirección General de Tráfico (DGT) detectaron en 2024 casi 3,5 millones de infracciones por exceso de velocidad en toda España. Y más de 113.000 de esas denuncias se produjeron en carreteras canarias.
Más multas que nunca
Los datos del informe reflejan que las denuncias por velocidad en Canarias aumentaron un 10% respecto a 2023. Mientras que aquel año se contabilizaron 103.402 sanciones, en 2024 la cifra subió hasta las 113.942. Esto sitúa al archipiélago como una de las regiones con mayor crecimiento en este tipo de infracción.
Y dentro de ese aumento, hay un nombre que se repite en cada estadística: el radar de la Vía de Ronda, en el municipio de La Laguna, una de las zonas más transitadas del norte de Tenerife.
El radar de La Laguna
Instalado en la carretera TF-13, el radar de la Vía de Ronda es uno de los más antiguos y activos del archipiélago. Su ubicación, en una zona urbana de alta densidad de tráfico, lo convierte en uno de los más efectivos en detectar excesos de velocidad.
En el último año, este radar registró 9.491 denuncias, una cifra elevada aunque inferior a la de 2023, cuando se alcanzaron 14.310 sanciones. A pesar del descenso, sigue siendo el más sancionador de la isla de Tenerife y uno de los que más ha despertado críticas por parte de los vecinos de la zona, que reclaman medidas adicionales para evitar sustos y accidentes.
Otro radar muy activo
La segunda posición en el ranking de radares más activos de Tenerife la ocupa el dispositivo instalado en el kilómetro 59 de la autopista del Sur (TF-1), a la altura del municipio de Granadilla de Abona. Este radar, ubicado en una vía de alta capacidad y tráfico intenso, cazó en 2024 a un total de 5.943 vehículos por circular por encima del límite.
La TF-1, al ser una de las principales arterias de la isla, concentra cada día miles de desplazamientos entre Santa Cruz, el aeropuerto y las zonas turísticas del sur. Un exceso de velocidad en esta vía puede tener consecuencias graves y los radares buscan precisamente disuadir comportamientos temerarios.
Conducción segura, ante todo
Desde la DGT y organizaciones como AEA recuerdan que los radares no tienen una función recaudatoria, sino preventiva. Su objetivo es reducir accidentes y hacer cumplir los límites que se han establecido por razones de seguridad vial.
Conducir a la velocidad adecuada no solo evita multas: salva vidas. Así que si pasas por la Vía de Ronda o por la TF-1, recuerda lo esencial: levanta el pie.