Hay veranos que no se entienden sin arena en los pies, olas rompiendo cerca y un amigo peludo corriendo libre entre charcos. Cada vez más personas quieren compartir sus vacaciones con sus perros, pero no todos los arenales están preparados —ni autorizados— para ello. Aunque son pocos, en Tenerife ya existen varios espacios pensados para que nuestras mascotas puedan disfrutar del litoral sin restricciones ni sanciones.
Actualmente, la isla cuenta con tres playas caninas habilitadas de manera oficial, y una cuarta está en proyecto. Todas están señalizadas y cuentan con normas claras para garantizar una convivencia segura y respetuosa.
El Confital: la más amplia
Situada en el municipio de Granadilla de Abona, junto a la popular playa de La Tejita, se encuentra El Confital —también conocida como El Horno—, una cala de picón y callao protegida del viento por la Montaña Roja. Esta es la zona más grande para perros de la isla.
Está abierta durante todo el año y dispone de duchas tipo manguera, papeleras específicas y aparcamiento cercano. Gracias a su amplitud, es ideal para perros activos y familias que buscan espacio para disfrutar con tranquilidad.
El Callao: fácil acceso
En el núcleo de Palm-Mar, dentro del municipio de Arona, se encuentra El Callao (Las Bajas). Es un pequeño tramo de bolos volcánicos al final del paseo marítimo, accesible a pie y prácticamente llano, lo que lo convierte en un sitio perfecto para perros mayores o con movilidad reducida.
Aunque no tiene duchas, sí cuenta con papeleras y aparcamiento gratuito. Se recomienda llevar agua para enjuagar al animal tras el baño, ya que el entorno puede ser algo más agreste que en otras playas.
Güímar: céntrica y vigilada
En la Playa del Cabezo, el Ayuntamiento de Güímar ha habilitado una zona canina entre los espigones 1 y 3. El arenal es oscuro y el oleaje moderado. Esta es la opción más cómoda para quienes viven entre Santa Cruz y el sur de la isla.
El área está equipada con duchas independientes, contenedores para residuos caninos y señalización visible. Es una de las más cuidadas en cuanto a normas y vigilancia, sobre todo los fines de semana.

Normas de uso comunes
Todas las playas caninas de Tenerife comparten un reglamento específico que los ayuntamientos han instalado en carteles visibles (en castellano e inglés) y que se debe respetar rigurosamente para evitar sanciones:
- Cartilla sanitaria y microchip: el animal debe tener chip y vacunación antirrábica en regla. La policía local puede requerir la documentación en cualquier momento, especialmente en días de mayor afluencia.
- Correa en accesos y salidas: el perro debe ir atado al entrar y salir del área canina. Solo en el interior puede estar suelto, salvo si se trata de razas potencialmente peligrosas, que deberán ir siempre con bozal homologado y correa corta.
- Recogida obligatoria de excrementos: los ayuntamientos ofrecen papeleras específicas y, en temporada alta, dispensadores de bolsas. Las multas por no recoger van desde 150 euros en Arona hasta 300 euros en Granadilla.
- Banderas y seguridad: si ondea bandera roja o amarilla, se recomienda mantener la correa incluso dentro del área autorizada. Los socorristas pueden desalojar si las condiciones del mar suponen riesgo para los animales.
- Normas de convivencia: está prohibido usar champú en las duchas, alimentar a otros perros sin permiso o clavar sombrillas fuera de la zona delimitada. El responsable de cualquier daño será siempre el dueño del perro.
Próxima apertura: Las Gaviotas
El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha encargado ya el proyecto para habilitar la primera playa canina del municipio: un tramo específico en Las Gaviotas, una pequeña cala emblemática de Anaga.
El plan incluye papeleras, duchas, señalización y una pasarela desmontable para facilitar el acceso. Si se cumplen los plazos, abrirá a lo largo de 2025, convirtiéndose en la cuarta playa para perros de Tenerife.