Más de una veintena de voluntarios se sumaron este domingo a un nuevo intento por localizar el cuerpo de Arek, el menor polaco de 15 años desaparecido en la costa norte de Tenerife el pasado 22 de febrero. El tiempo corre y cada vez se reducen más las posibilidades de encontrar al adolescente, por lo que el ingenio en la búsuqueda se está convirtiendo en un factor determinante. Entre los múltiples recursos desplegados en la operación, uno destaca por su imaginativa: el Arek Finder, un artilugio diseñado específicamente para esta misión. Está hecho con un bidón que simula el tronco y unas planchas que hacen de brazos y piernas.
Creado por Alberto Betancor, bombero del Consorcio de Tenerife, el Arek Finder es un localizador GPS integrado en un maniquí artesanal, elaborado para replicar con precisión el peso, estatura, volumen y flotabilidad del joven desaparecido.
Cuatro días antes de la última reactivación del operativo, fue lanzado al mar en el charco del Viento, lugar donde desapareció Arek, bajo condiciones similares a las del día del accidente, con el propósito de rastrear su deriva y marcar zonas estratégicas para la exploración.

Despliegue sin éxito, pero con una gran respuesta
El operativo de este domingo se llevó a cabo tras el impacto mediático generado por la acción organizada la semana anterior por Canarias, 1500 Km de Costa, en la que participaron dos buzos profesionales voluntarios.
Esta visibilidad propició que se hayan ido sumando al dispositivo numerosos expertos, entre ellos buceadores, apneístas, patrones de embarcaciones, pilotos de dron y ciudadanos anónimos, todos dispuestos a contribuir en la misión de recuperar el cuerpo del adolescente.
Punto de encuentro y cambio de localización
A primera hora del domingo, los voluntarios se congregaron en el charco del Viento, punto donde desapareció Arek y donde los accesos permanecen cerrados al público. Desde allí, Canarias, 1500 Km de Costa coordinó la operación tras recibir una petición de Kasia, la madre del menor, quien imploró: "No dejen de buscarlo, por favor. Necesitamos traerlo a casa".
Sin embargo, tras evaluar las condiciones del mar, los expertos determinaron que el fuerte oleaje y la pendiente pronunciada de la zona representaban un riesgo considerable. Gracias al análisis del Arek Finder y el conocimiento de las corrientes, se decidió trasladar la búsqueda hacia la costa del municipio de Los Silos, a 22 kilómetros de distancia.
Despliegue por tierra, mar y aire
En el pequeño puerto de Los Silos se organizó un operativo multidisciplinario, que incluyó dos buzos, tres apneístas, un socorrista, una moto acuática, pilotos de dron y asistencia desde tierra. Durante tres horas, los equipos exploraron el fondo marino, revisando cuevas, bajas y tubos lávicos, un entorno caótico que exigía una búsqueda minuciosa.
La urgencia era máxima, ya que la previsión meteorológica anunciaba la activación de una alerta por fenómenos costeros en toda Canarias, con olas que podrían alcanzar los 12 metros de altura. A pesar del esfuerzo y la tecnología aplicada, el cuerpo de Arek aún no ha sido localizado.