La gran demanda de los trabajadores del tranvía se va a cumplir al fin. El Cabildo de Tenerife ha anunciado este miércoles que sustituirá el polvo de sílice del tranvía, un agente cancerígeno que se usa para la tracción. Aunque la noticia es buena, existe cierto escepticismo ya que el compuesto que lo sustituirá, el silicato de calcio, todavía no ha sido evaluado.
A finales de marzo el cambio se hará efectivo. Un cambio que se hace justo dos años después de que comenzara el conflicto laboral de los trabajadores del tranvía, que todavía está vigente y que más allá de la sustitución del polvo de sílice no prevé finalizar.
En septiembre de 2023 la empresa Metropolitano de Tenerife encargó a la empresa Alstom, fabricante del tranvía, un estudio para la sustitución del agente cancerígeno, después de que su uso pudiera estar relacionado con las afecciones pulmonares de siete trabajadores.
Faltan evaluaciones
Tras más de un año de pruebas, han encontrado en el silicato de calcio un sustituto, pero el delegado de prevención de Metropolitano de Tenerife, Jonay Acosta, traslada a Atlántico Hoy que todavía hay que hacer la evaluación de riesgos de este nuevo producto.
Desde su punto de vista, esa evaluación la debería de hacer el Instituto Nacional de Silicosis, sin embargo, asegura que la empresa no quiere que sea este organismo el encargado llevar a cabo la evaluación higiénica de la nueva sustancia pese a que sus técnicas habían indicado en una visita que era necesario y que se trata de un precepto legal.
La opción más "óptima"
La versión de Acosta no encaja con la trasladada por el Cabildo de Tenerife en un comunicado, donde aseguran que "el silicato de calcio como una alternativa segura y eficaz" y que "durante la primera mitad de 2024, se realizaron estudios para identificar materiales con características similares, concluyendo que el silicato de calcio es una opción óptima tanto en términos de seguridad como de eficacia en el frenado".
El componente con el que se quiere sustituir es un abrasivo de un solo uso, muy duro y de aristas vivas, lo que permite limpiar y preparar grandes superficies en poco tiempo. Claramente no se considera peligroso para el medioambiente pero hay que tener en cuenta que contiene menos del 0,5% de sílice libre permitido.
Acosta también denuncia que siguen sin tomarse todas las medidas preventivas a las que obliga el RD 665/1997 para los puestos de conductor y revisor. "Ni siquiera han procedido a la vigilancia de su salud, que es la principal", apunta. Además, afea que la sustitución de la arena de sílice se haya llevado a cabo con seis meses de retraso, ante lo que piden un justificante que no se ha dado.
