El TSJC avala la anulación de la anterior concesión de la gestión del camping de Montaña Roja

La concesión fue aprobada en una sesión del Consejo de Gobierno del Cabildo tinerfeño el 15 de mayo de 2016

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Imágenes de la Reserva Natural de Montaña Roja. / AH
Imágenes de la Reserva Natural de Montaña Roja. / AH

La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha certificado en una nueva sentencia sobre los derechos del anterior concesionario, la anulación de la anterior concesión de la gestión del camping de Montaña Roja situado en esta Reserva natural especial del municipio de Granadilla de Abona.

En concreto, la Sala determina que el titular de la anterior concesión además de no tener derecho a explotar las instalaciones, tampoco puede recibir ningún tipo de prestación por desempleo. La concesión fue aprobada en una sesión del Consejo de Gobierno del Cabildo tinerfeño el 15 de mayo de 2016 y su objeto era la gestión de estas instalaciones.

A continuación la concesionaria sería adquirida, con el visto bueno de la institución insular, por otra empresa pero la adjudicación quedaría anulada por el Juzgado a finales de 2017, momento en el que se ratificaría la concesión actual.

Irregularidades en el proceso

La sentencia fue ratificada por la Sala de lo Contencioso Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) en mayo de 2018 y se convirtió en firme, una vez que se comprobaron las irregularidades que se sucedieron en este proceso.

Sin embargo, más de un año después el Juzgado tuvo que obligar a que el Cabildo ordenara el desalojo de las instalaciones en el plazo de diez días, dada la oposición de los ocupantes, según la sentencia del TSJC.

Justo un año después el Consejo de Gobierno del Cabildo acordó ejecutar la sentencia de forma que se recuperaran las instalaciones, lo que no se pudo llevar a cabo hasta el mes de julio y en ese momento la anterior empresa contaba con nueve trabajadores que se quedaron sin empleo ese mismo día y tras distintos recursos en el ámbito laboral se tuvo que recurrir al despido colectivo y el propietario también se daría de baja como autónomo.

Prestación por cese de actividad

A partir de aquí, éste pide dos años después que se le reconozca el derecho a recibir una prestación económica por cese de actividad desde principios de 2020 alegando la pérdida de licencia administrativa no imputable a su situación laboral.

La repuesta de la aseguradora fue en sentido negativo por considerar que no se había acreditado que la sociedad hubiese cesado en sus funciones o que quedara sin efecto su nombramiento como administrador, consejero ni otro cargo.

A lo largo del proceso los actuales gestores recurrieron en los tribunales la adjudicación y el Juzgado les dio la razón e incluso se comprobó que la demanda fue presentada antes de que la primera concesionaria vendiera sus derechos.

Por ello, el Juzgado concluye con que el anterior explotador era consciente de que adquiría “una concesión litigiosa y sujeta al resultado de un pleito asumiendo dicho riesgo, por lo cual la anulación de la adjudicación finalmente acaecida no puede ser calificada como una circunstancia imprevisible”.

Incumplimientos

La gerente de la nueva sociedad, Laura Barrios, declara que hasta ahora el Cabildo les ha permitido ocupar estas instalaciones hasta el próximo mes de febrero de 2024 pero se queja de que la institución insular haya incurrido en “numerosos incumplimientos desde el minuto cero”.

Esta entidad solicita que se amplíe el plazo de explotación de las instalaciones con el fin de poder compensar las inversiones llevadas a cabo debido al mal estado en el que la encontraron. En concreto solicitan que a partir de febrero se les permita explotar el camping durante otros cinco años más.

“Sólo pedimos que nos dejen trabajar tranquilos porque cuando nos hicimos cargo del camping todo estaba fatal. Nosotros no tenemos ningún problema con el anterior concesionario, nuestras peticiones van dirigidas al Cabildo para que nos deje gestionar este espacio”, indica.

La gerente recuerda que en estos momentos hay doce familias que viven de este negocio y que éste es rentable si se pueden asumirlo en las condiciones idóneas. “Aquí hay muchos extranjeros a los que les encanta venir por el giro familiar y la limpieza de cara que le hemos dado debido a como lo habían dejado antes hasta el punto de que tardamos tres meses en poder abrir”.