Valle Colino activa la alerta estival: "Se triplica la cifra de abandono de animales"

El portavoz del albergue municipal de animales, Guillermo Alberto Pérez-Andreu, critica que muchas familias abandonan a sus mascotas a su suerte antes de llevarlo a los centros de acogida

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Un grupo de perros en el Albergue Comarcal Valle Colino y el portavoz del mismo, Guillermo Alberto Pérez-Andreu. / AH
Un grupo de perros en el Albergue Comarcal Valle Colino y el portavoz del mismo, Guillermo Alberto Pérez-Andreu. / AH

La época de verano es la más agradecida para la mayoría, con sus vacaciones para todos los ciudadanos, pero no para todos los seres vivos. Es el caso de las mascotas, que para muchas familias que no pensaron en su momento lo que significaba la adquisición de una de ellas, ahora se les convierte en un obstáculo para disfrutar de su descanso y acaban abandonándolas.

Es en estos meses donde los albergues y centros de acogidas ponen la alerta y se preparan para estas situaciones incomprensibles. Uno de los más populares es el Albergue Municipal Valle Colino, el más grande de Canarias, ubicado dentro del municipio de La Laguna, pero dependiente de la comarca junto a Santa Cruz, El Rosario y Tegueste.

Más conciencia, pero mismos casos

 “Desgraciadamente, se nota que estamos a principio de verano, en esta época del año siempre se duplica o triplica la cifra de abandonos frente al resto del año”, comenta Guillermo Alberto Pérez-Andreu, portavoz del albergue Valle Colino. “La realidad es que, a pesar de la evolución y de cómo la sociedad ha avanzado en torno a la tenencia responsable y bienestar animal, se siguen produciendo casos que son desgarradores”, añade resignado.

Así, explica que se sigue subiendo al Teide a “soltar a los animales a su suerte”, así como en los montes, generando accidentes de tráficos o situaciones donde el animal se ve desamparado y “llega a morir de inanición o de falta de cuidados”. Incluso, han llegado a ver que se han despeñado por barrancos. “Son situaciones que se siguen dando y hay que seguir luchando contra ellas”, afirma.

Temor a ser juzgados

En este sentido, comparte un dato “preocupante”, que es que cuando se abandona a los animales, el porcentaje de familias que van a los albergues a depositar a los animales es muy inferior a los que los abandonan a su suerte por ahí. “Quizá por miedo a que se les pueda hacer una represalia. No sé el motivo, pero la realidad es que hay mucha sangre fría en el tema del abandono”, espeta.

Sin embargo, paradójicamente al aumento del número de abandonos, la conciencia de la adopción de animales también ha repuntado de forma destacada. “Lo cierto es que emocionalmente el mundo ha evolucionado muchísimo y se nota, pero el problema es que siguen entrando”, comparte Guillermo Alberto Pérez-Andreu. “Lo ideal sería que el albergue no tuviese animales en los niveles que los tenemos para poder atenderlo de mejor manera”, agrega.

Campañas de concienciación

Ante este desborde de abandonos en el albergue, aumentado en verano, Valle Colino ha llevado a cabo campañas de concienciación para combatir el desborde de animales en las instalaciones, con un éxito sostenible.

“Hemos salido a la calle, hemos hecho capítulos con caras conocidas de las Islas Canarias, las televisiones y los medios nos están ayudando en la difusión y lo agradecemos profundamente, porque la realidad es que necesitamos esa ayuda para encontrar familias que tanto necesitan esos animalitos”, expone confirmando que por ello se fomentó mucho la adopción. “Los perros que salieron en esos capítulos casi todos se dieron en adopción”.

Caras públicas

Humoristas como Aarón Gómez, Kike Pérez, Darío López, Víctor Hubara o Gazz son algunos de los que han colaborado con el albergue, así como otros perfiles como el del diseñador Juan Carlos Armas. “Son gente que tiene un respeto y un cariño social que cuando colaboran con nosotros tiene repercusión y es algo que nos alegra y agradecemos”.

“Este mundo de las redes está siendo vital, es donde se mueve el grueso de la información y sin ninguna duda hay que estar en las redes para poder visibilizarse”, afirma el portavoz del albergue municipal Valle Colino.

Deficiencias estructurales

Paralelamente a las necesidades de adopción de los animales, el albergue también reclama la ayuda de las administraciones reguladoras. “Hay deficiencias estructurales y urbanísticas muy importantes”, contextualiza Guillermo. “Hace pocos nos reunirnos con los cuatro ayuntamientos y expusimos la situación. Se llegó a un consenso en el que se iba a producir un aumento de los presupuestos en base a las necesidades del albergue. Muchas de las paredes y techos se nos están cayendo. El dinero está acabado. Por eso nuestra urgencia en pedir a la administraciones la necesidad imperiosa de mejorar el presupuesto”, argumenta.

De hecho, han elevado la petición de ayuda pública al Cabildo de Tenerife, que no tiene obligación, pero que entienden desde el albergue que “puede mirar a Valle Colino,  que es el que más animales acoge de toda Canarias”.

En 2021, acogieron a 4.095 animales. Cifras muy preocupantes por las que necesitan tener el albergue en “condiciones óptimas” para que los animales puedan estar en condiciones de bienestar y puedan desarrollar su trabajo de manera “eficiente y correcta y más en los tiempos que corren”.

Hospital público de animales

La ciudad italiana de Roma ha sido pionera en poner en marcha el primer hospital píublico para mascotas, un hito al que desde el albergue Valle Colino apoyan para que pueda ser un reflejo en España y en Canarias.

“Esto es algo que tiene que venir impulsado a nivel nacional. Tiene que formar parte de la sanidad pública y la seguridad social”, reflexiona Alberto Pérez-Andreu al respecto. “Hay muchas familias limitadas de recursos y eso no quita que le puedan dar a esos animales que adoptan el cariño y los cuidados necesarios. Familias que a lo mejor necesitan también un poco de ayuda a nivel sanitario”, añade.

En este sentido, pone en valor a los veterinarios. “Salvan vidas a miembros de la familia, como son los animales. Eso debería de regularse y tratar a los veterinarios como lo que son, sanitarios, y establecer una nueva normativa y avanzar, evolucionar”. Así, esgrime para finalizar, “el hospital público es una necesidad social y el fin es sacar adelante lo que están sacando en Roma en nuestro país y, por supuesto, mostrar que estamos concienciados con una tenencia responsable de verdad con el bienestar animal”.