Durante años, un vecino de Las Zocas, en el municipio tinerfeño de San Miguel de Abona, ha vivido una situación tan absurda como frustrante: en los planos municipales, su terreno aparecía atravesado por un camino público que en realidad no existe. Una línea imaginaria dibujada en un plano le ha impedido obtener permiso para levantar su vivienda.
El problema se remonta a años atrás, cuando el planeamiento municipal de la zona estableció un camino de acceso en una zona donde nunca se llegó a construir. Esa línea quedó ahí, olvidada en los planos, hasta que un día uno de los propietarios intentó construir una casa en su terreno.
Al revisar la solicitud, los técnicos municipales descubrieron que la parcela figuraba en los planos como parte de una vía pública, a pesar de que en el terreno no había ni rastro del camino. Aquella confusión bloqueó el proyecto y dejó al vecino sin posibilidad legal de construir.
La trampa de un plano antiguo
El Ayuntamiento reconoce que el error fue suyo, pero está a punto de solucionarlo con un Plan de Actuación sobre el Medio Urbano (PAMU). Se trató de un fallo en la tramitación de una antigua licencia de segregación, según explica el documento oficial del plan. Durante años, los planos antiguos se usaron como referencia sin que nadie detectara la incoherencia entre el dibujo y la realidad física.
El resultado era un pequeño callejón sin salida legal: la única forma de corregirlo era modificar el planeamiento, algo que normalmente requiere largos procedimientos pensados para cambios de mucho mayor tamaño.
Una solución a medida
Para resolverlo sin demoras, el San Miguel de Abona ha optado por una figura especial prevista en la Ley del Suelo de Canarias: el PAMU, una herramienta pensada para ajustar el planeamiento a la realidad existente sin modificar el plan general. El PAMU ha sido aprobado inicialmente y ahora se encuentra en trámite de exposición pública.
El nuevo documento, redactado por la empresa canaria URBANFIX S.L., mueve el camino en los planos a su posición real —donde efectivamente pasa una vía de acceso actualmente— y recalifica la parcela afectada para que pueda ser edificable, tal y como debió ser desde el principio. La actuación no implica obras nuevas ni grandes gastos, solo la corrección del plano y la actualización de la información urbanística.