El pasado lunes, el Cabildo de Tenerife informaba que la ecotasa para el barranco de Masca --la primera de Canarias-- había reducido un 76% la presión de visitantes y se habían recaudado 650.000 euros. Pero por otro lado los vecinos del caserío insisten en la necesidad de dar solución al "colapso" que aseguran llevar sufriendo años.
La presidenta de la institución, Rosa Dávila, señalaba que la ecotasa había supuesto un giro radical a la masificación que vivía dicho espacio protegido reduciendo un 76% los visitantes así como recaudando esos 650.000 euros. Incluso, Dávila apuntó que sentaban las bases para estudiar llevarla hasta otros puntos de las Islas. Desde la Asociación de Vecinos Barranco de Masca valoran que a pesar de ello "siguen sin atenderse las necesidades de los habitantes del barrio".
Cabildo
Durante la presentación de los datos la presidenta citó que en menos de un año, además de la reducción del número de visitantes, se han eliminado los rescates "casi por completo recuperado ecosistemas que estaban desapareciendo, mejorando la experiencia del visitante o creando empleo local y revirtiendo en la zona". También puso en valor que el acceso completo al barranco "incluye uso obligatorio del transporte discrecional reduciendo también el caos de tráfico".
A ello se suma que, apuntan desde el Cabildo, los 652.000 euros recaudados por las visitas “se han reinvertido directamente en la conservación del barranco, el mantenimiento del sendero, el embarcadero, el Centro de Visitantes o el servicio de guaguas” así como la generación "de empleo estable en el ámbito local con 17 puestos de trabajo directos cubiertos en su mayoría por residentes del entorno".
"Seguimos sin poder circular de manera fluida"
A pesar de ello, los vecinos siguen denunciando la situación que vive el caserío. Según insisten, la regulación “aún no ha traído los beneficios prometidos a la población local” y que muchos residentes “siguen sin poder circular de manera fluida por la carretera” la cual aseguran que necesita una inversión que la adecúe en materia de seguridad a la densidad del tráfico que soporta. Una petición a la que añaden “un transporte público eficaz”.
El colectivo afirma que siguen "sin farolas, zonas de aparcamiento adecuadas o accesos dignos a las casas" y que los turistas "pagan por acceder al barranco y caminar por serventía de paso de propiedad privada”. En este sentido reclaman que un año después “no hemos visto inversión directa en infraestructuras básicas para los residentes”. Por ello solicitan que se realice una evaluación independiente y participativa que incluya “la opinión de quienes viven en las zonas afectadas”.
"El éxito sería poder vivir dignamente en nuestro pueblo"
Para la asociación “el éxito sería poder vivir dignamente en nuestro pueblo, recuperar el relevo generacional, mantener cultivos tradicionales, acoger turismo responsable sin ser expulsados de nuestra tierra y participar en las decisiones que nos afectan”, cuentan. De hecho, en cuanto a la tasa, subrayan que “solo se enfoca en la actividad del senderismo turístico, sin aportar ningún tipo de solución a la problemática que sufrimos los vecinos”.
En abril la consejera de Medio Natural, Blanca Pérez, mantuvo una reunión con los vecinos para "coordinar acciones de mejora y estudiar un plan de actuación en caserío", según informaba el Cabildo. No obstante los vecinos de Masca insisten “en el respeto, diálogo y que desde la Administración se apueste por crear un modelo turístico que nos de el lugar que merecemos gestionando nuestros propios recursos”.
