Ninguna de las zonas de bajas emisiones de Tenerife estará lista en la fecha límite

Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna, Arona y Granadilla de Abona son los municipios que están obligados a limitar la circulación de vehículos contaminantes

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Vehículos en Santa Cruz de Tenerife cerca de la limitación de la futura zona de bajas emisiones. / Atlántico Hoy
Vehículos en Santa Cruz de Tenerife cerca de la limitación de la futura zona de bajas emisiones. / Atlántico Hoy

A tres meses de la fecha límite para la implantación de la zona de bajas emisiones (ZBE) en las ciudades de más de 50.000 habitantes, para los cuatros municipios tinerfeños que la deben implementar hay más dudas que certezas. Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna, Arona y Granadilla de Abona son los municipios que están obligados a limitar la circulación de vehículos contaminantes. 

Pese a que en un primer lugar se indicó que las restricciones deberían estar en marcha el 1 de enero, los consistorios todavía no cuentan con todos los estudios y licitaciones necesarios, por lo que retrasan esta fecha hasta junio de 2023. Este es el caso de Santa Cruz de Tenerife. La capital es, en realidad, el municipio que más avanzado tiene su propuesta, aunque admite que, por el momento solo tiene licitado el 60% de las actuaciones, e incluso aseguran que redactar una normativa antes de diciembre sería imposible. 

Sin decreto y con dudas

El retraso se debe en gran medida a que el Ministerio de Transición Ecológica todavía no ha publicado el decreto que regula las actuaciones que deben llevar a cabo los ayuntamientos. Sin este documento no se pueden poner en marcha las normativas, que dotarían de validez jurídica a las limitaciones. Se desconoce por tanto, las multas que regirán y las etiquetas de los vehículos que podrán entrar (eco, híbrido enchufable o solo eléctrico).

Pese a ello, los ayuntamientos se encuentran en el paso de la redacción de los estudios necesarios para conocer qué calles concretas deberían incluirse en la zona de bajas emisiones, así como la estructura de esta. Algunos ya tienen planos elaborados, otros ideas de la tipología de zona que impondrán y otros simplemente están a la espera de los documentos con los datos de emisiones en los diferentes puntos del municipio. 

Una capital limitada

Santa Cruz de Tenerife es el municipio que más licitaciones ha publicado para poner en marcha la zona de restricciones. Una necesidad que se da en parte por su opción a acceder a los Fondos Next Generation de la Unión Europea. El concejal de Hacienda y Patrimonio y de Políticas Sociales, Juan José Martínez, ha asegurado a Atlántico Hoy que la capital tiene “diferentes grados de ejecución de cada uno de los proyectos que engloba la zona de bajas emisiones”. Este proyecto acumula 9,4 millones de euros de inversión provenientes de los fondos europeos. 

El directivo de proyectos estratégicos en materia de movilidad de Santa Cruz de Tenerife, Luis Gutiérrez Valido, es quien más tajante se muestra con la ejecución de la zona de bajas emisiones. “Te tendrás que ir a mediados del año que viene para poder tener una ZBE que pueda funcionar”. Ahora, explica, que se van a publicar los primeros entregables del diseño de bajas emisiones.

Plano provisional de la zona de bajas emisiones en Santa Cruz de Tenerife
Plano provisional de la zona de bajas emisiones en Santa Cruz de Tenerife

Modelos combinados frente a núcleos

En San Cristóbal de La Laguna hay son dudas y ansiedad por esta carrera a contrarreloj. Así lo admite el concejal de Medio Ambiente y Lucha contra el Cambio Climático, José Luis Hernández, quien ha explicado a este medio que el Aguere, a diferencia de Santa Cruz, tendrá una limitación de modelos combinados en lugar que por núcleos

“Nosotros lo que hemos hecho”, comenta el concejal, “es marcar un gran círculo que va desde el Cristo, todo el casco histórico, el camino de la Villa, San Honorato, la urbanización Marbella, hasta el Mercado”. Dentro de esta zona céntrica del municipio han seleccionado núcleos de actuación diferenciados. Aunque ahora están a la espera de saber los datos de emisiones en estas zonas y del proceso de participación ciudadana para conocer los criterios específicos que regirán. 

La fecha límite planteada para la delimitación física de la ZBE de La Laguna es el 31 de diciembre, afirma el concejal. Aunque está claro que si el documento estuviera redactado para el día de la fecha límite no se podrían desplegar el resto de actuaciones como la información pública del documento, las alegaciones, las licitaciones, etc. 

El sur, rezagado

Por parte de Granadilla de Abona y Arona las delimitaciones están menos claras. El primero de los municipios ha asegurado a este medio que lo único que puede informar al respecto es de la firma de un contrato para la redacción del proyecto. 

Sobre la ZBE en Arona sí que hay más información, aunque no mucha. Las zonas turísticas de Las Américas y Los Cristianos serán las que tendrán restricciones a la movilidad, aunque insisten desde el consistorio en que están en la fase de estudios previos. Sobre si esta limitación podría perjudicar al tráfico en el Puerto de Los Cristianos, desde el ayuntamiento han informado de que “en un principio no afectaría”.

Otro tipo de movilidad

Tanto Santa Cruz como La Laguna lo que sí destacan al hablar de la zona de bajas emisiones es en su apuesta por otro tipo de movilidad, enfocado en el transporte público y en la bicicleta o los vehículos de movilidad personal. Ambos consistorios han adquirido guaguas eléctricas para dar respuesta a los cambios que supondrá esta limitación. 

A su vez, ambas ciudades contarán con carriles bici, que en el caso de Santa Cruz rodearán toda la zona de bajas emisiones con líneas que penetrarán en el centro. Por parte de La Laguna el concejal no ha explicado cómo será el recorrido aunque ha asegurado que "hay presumuesto para desarrollar" el carril bici en el Aguere así como que  "en el primer trimestre del próximo año" se espera tener listo un proyecto de alquiler de bicicletas. 

Un cambio de conciencia

En lo que ambos concejales han coincidido, aparte de la imposibilidad de cumplir la fecha límite, es en la importancia de que antes de la limitación haya un cambio de conciencia por parte de la ciudadanía. Es decir, que antes de que las limitaciones entren en vigor habrá que comenzar una importante campaña de información para resolver las dudas de quienes se verán afectados por la ZBE. Aunque, por el momento, hay tantas dudas en los despachos como en la calle.