El Aguere Cultural está haciendo historia. Desde que abriera sus puertas en 2011 ha ganado importancia y presencia dentro del amplio y diverso panorama de la cultura en Canarias. Hoy en día es un motor vital, un generoso marco porque el que pasan y se exhiben infinidad de muestras artísticas del Archipiélago y del resto del Estado español. Situado en una de las arterias principales de la ciudad de La Laguna (Calle Herradores, 47), en sus siete años de vida ha copado la atención de todo aquel que tenga un mínimo de inquietud artística en el Archipiélago.
Hablamos de un espacio de más de 2.000 m2 que de jueves a sábado funciona a pleno rendimiento y en el que tienen cabida casi todas las propuestas artísticas que respondan a un mínimo de calidad. En este espacio de tiempo, desde que abriera sus puertas en la edición del 2011 de la Noche en Blanco, ha sucedido casi de todo en sus instalaciones. Música, cine, teatro, danza, monólogos, presentaciones de libros, encuentro de asociaciones y de colectivos artísticos, charlas... y fiesta, mucha fiesta.
En Tenerife, el Aguere Cultural funciona actualmente como el epicentro de lo que se entiende como movimiento artístico independiente; decenas, cientos de proyectos musicales y teatrales (entre otros) han encontrado en este espacio de la Ciudad de Los Adelantados el escenario perfecto para mostrar unas propuestas artísticas que en muchas ocasiones encuentran difícil acomodo.
En la actualidad, es un centro artístico consolidado y reconocido. La fórmula funciona y ahora es tiempo de pulir detalles y experimentar con nuevas propuestas. Así lo explica su regente, Fernando Jiménez: “Se puede decir que después de este largo tiempo ya estamos en una fase de mantenimiento, aunque siempre impulsamos iniciativas nuevas e intentamos mejorar en todos los sentidos. De lo que se planteó en un principio, allá por el 2011, a lo que tenemos ahora, es bastante parecido. Para buscar la viabilidad económica, el modelo de negocio cambio un poco. El concepto es el mismo, en lo que se refiera a cliente y artistas, pero sí hemos luchado bastante para consolidarnos como una empresa cultural con un sustento absolutamente privado. Se encontraron los mecanismos y luego se trata repetirlos y mejorarlos. El bar ayuda bastante, la música siempre ofrece más rentabilidad que el teatro… pero bueno, es un todo, no podemos decir que nos quedamos con una cosa por encima de otra”.
De los inicios, Fernan, como así se le conoce en el mundo de la cultura, recuerda una dura pelea por lograr una base estable que les permitiera trabajar con normalidad y buscar vías de crecimiento: “Los primeros años fueron muy complicados, no sólo por el tema económico, sino también por encontrar el marco legal de una empresa cultural como la nuestra en una ciudad como La Laguna. Nuestra actividad no es la habitual y tuvimos que trabajar mucho junto con los técnicos de urbanismo. Ahora, pasado todo este tiempo, creo que este centro aporta mucho más de lo que esperábamos”.
El Aguere Cultural es, hoy por hoy, un elemento vertebrador de vital importancia para la ciudad de La Laguna. Sus instalaciones, de las más voluminosas de estas características en todo el territorio nacional, también sirven como centro logístico para los ensayos de esas mismas propuestas que luego son llevadas a cabo ante el público. Además, con el paso del tiempo y merced a una decisión clara desde sus inicios, ha sabido mimetizarse con el entorno y entablar alianzas con las instituciones culturales y públicas de La Laguna, en una sinergia en la que la suma del todo, los apoyos puntuales y la disponibilidad por el bien común han posibilitado que durante los últimos siete años, coincidiendo también por una apuesta decidida por la Cultura desde el Ayuntamiento lagunero, se haya vivido uno de los periodos más hermosos y de mayor efervescencia en cuanto al movimiento artístico se refiere.
Esta vital e inquieta caja escénica ocupa ahora el mismo espacio en el que durante muchos años funcionaron los Multicines Aguere. De las cuatro salas de proyección de entonces, dos se han reconvertido en salas de conciertos y las otras dos en espacios multifuncionales. La más utilizada es la sala 1, con capacidad para algo más de 300 personas de pie por la que durante estos cuatro años han pasado casi la totalidad de formaciones musicales de Tenerife y un amplio margen del resto de Canarias. Como contrapunto está la sala 4, que en la última época se ha reconvertido en un gran espacio para conciertos con capacidad para 700 personas.
¿Se puede hacer un retrato de la musical que mejor funciona en Tenerife? “Más que el estilo musical –comenta Fernando Jiménez- , podríamos hablar de artistas concretos y de la proyección de cada uno, porque hay público para todo. Nosotros hemos llenado la sala grande de 700 personas con estilos tan diversos como el rap, el indie o los cantautores. El Aguere es para el público y para los artistas y no entramos a valorar según nuestros gustos personales a la hora de confeccionar la programación. Queremos que el público pueda tener acceso a toda clase de eventos. En base a esto, sí te puedo decir que la programación de 2018 ya está prácticamente llena”.
El Aguere Cultural es la proyección amplificada y mejorada de lo que fue el Honky Tonk (también sala de conciertos) de la Avenida Anaga en la década pasada, dirigida igualmente por Fernando Jiménez y su equipo de colaboradores: “Lo que tenemos ahora es un gigante en todos los sentidos, no sólo en espacio y ocupación, sino también en la oferta cultural que gestionamos. Se repiten algunos métodos del Honky, pero todo es mucho más variado y más grande. Aquí quisimos arrancar sólo con dos salas, pero al final teniendo un espacio como éste, se termina llenando todo con programación. Nunca dejamos de hacer una actividad porque a priori no tenga mucho público. Cuando hacemos el resumen del año, muchas veces nos sorprendemos de la cantidad de eventos que hacemos y de lo variado que son”.