El reconocido actor Carlos Hipólito protagoniza la obra 'Burro' / CEDIDA
El reconocido actor Carlos Hipólito protagoniza la obra 'Burro' / CEDIDA

Carlos Hipólito: “Actuar en el Teatro Pérez Galdós por primera vez se siente como mi debut”

El actor protagoniza la obra 'Burro', que cuenta la historia humana vista a través de los ojos de un asno y se representará el viernes 6 de diciembre en el Teatro Pérez Galdós a las 20:00 horas

ariadna

¿Y si la historia de la humanidad fuera contada a través de los ojos de un burro? La obra ‘Burro’, interpretada por el reconocido actor Carlos Hipólito, da respuesta a esa pregunta con el monólogo de un asno de más de 6.000 años cargado de poesía, humor y una profunda reflexión sobre la relación de los seres humanos y las especies con las que comparte el planeta. 

Con guion de Álvaro Tato y bajo la dirección de Yayo Cáceres, la propuesta teatral llega al Teatro Pérez Galdós este viernes 6 de diciembre a las 20:00 horas. Atlántico Hoy ha charlado con Carlos Hipólito sobre su papel como burro, el cariño que le ha cogido a estos animales al conocerlos un poco más y el hecho de que tras años de carrera y actuar en Las Palmas de Gran Canaria en muchas ocasiones, sea la primera vez que el actor suba al escenario de este teatro. 

El reto de interpretar un burro

[Pregunta] ¿Qué le atrajo del guion de Burro y de la idea de interpretar a un burro como protagonista?

[Respuesta] Cuando me llegó la propuesta de Álvaro Tato y Yayo Cáceres, primero me sorprendió el tema, pero me inquietó y me interesó enseguida, precisamente por el reto que suponía. En cuanto leí el texto me enamoré por completo de él porque es hermosísimo, lleno de sentido del humor, de poesía y, además, con un personaje que es un regalo para cualquier intérprete. Eso, unido al deseo que tenía de trabajar con ellos, me decidió absolutamente. 

¿Qué retos presenta dar vida a un personaje tan inusual como un burro de más de 6.000 años? ¿Y encarnar hasta 14 papeles en una misma obra?

Hacer cualquier personaje siempre es complicado. Encima no es un humano, aunque el burro que ha creado Álvaro Tato tiene muchas cualidades humanas, de las buenas. Es un burro lleno de sentido del humor, muy simpático y muy listo porque conoce toda la literatura que se ha escrito sobre ellos. Entonces, ¿cómo se hace esto? Poniéndote al servicio del texto, que cuenta todas las emociones por las que va pasando el personaje de una manera muy clara. 

¿Y cómo han hecho para crear el personaje de manera visual?

No hemos hecho una imitación del burro, ni un disfraz literal. Hemos intentado hacer una alegoría. En algunos momentos los movimientos pueden recordar un poco a cómo los burros mueven las orejas, la cabeza, el pecho, etc. Es un trabajo que físicamente se hizo con mucho detenimiento y cuidado. Tengo la alegría de que hay gente, que está muy acostumbrada a estar con burros y  ha visto la función, que me han dicho que en momentos les parecía ver un burro receloso. Eso es un gran piropo. 

Una escena de la obra / CEDIDA
Una escena de la obra / CEDIDA

Música y texto

¿Cómo ha sido trabajar con Yayo Cáceres y Álvaro Tato?

Ha sido un placer enorme. Tenía ganas de entrar un poco en su mundo. A mí ya me gustaba mucho su trabajo y me atraía lo que hacen y veía en sus espectáculos, que aúnan un gran divertimento para el público, además de textos con una altura literaria grande y un mensaje que cala. Al trabajar con ellos, se ha confirmado esa ilusión que tenía de trabajar con ellos para aprender cosas nuevas porque son una gente muy talentosa. 

Yayo Cáceres es un director que además es músico y ha compuesto la música de Burro. Eso, unido al texto de Álvaro con una hondura maravillosa, una aparente ligereza y una poesía enorme en la prosa, pues la verdad es que ha sido un paseo por las nubes trabajar con ellos.

La música en directo juega un papel importante en la obra. ¿Cómo se entrelaza la música con su actuación?

La música tiene un poder evocador enorme, que unido al de la palabra realmente, da una plataforma para comunicarse emocionalmente con el público enorme. Yayo  ha compuesto unas canciones hermosas y se ha basado un poco en el folclore de todo el mundo de habla hispana, como el joropo, el tango o la música española. Se ha entrelazado muy bien con la obra. En algunos momentos, es ilustrativa de lo que va ocurriendo y también las canciones son como una continuidad del texto. De alguna manera, el personaje está hablando y de pronto se pone a cantar,  siendo una continuidad del mismo monólogo. Me parece magnífico.

Y sobre ese texto repleto de grandes historias de la literatura universal…

La obra es un relato que comienza cuando nos enteramos que este burro está atado a una estaca solo y que viene un incendio forestal. Con miedo, se pone a hablar con su sombra y a contarle su vida. Nos enteramos que tiene 6.000 años y que ha acompañado a los seres humanos toda su vida. Inevitablemente, su historia es la historia de la humanidad vista a través de los ojos de este animal. Hemos hecho un recorrido desde el Imperio Romano, pasando por la Edad Media, el Siglo de Oro, el Siglo de las Luces, la Revolución Industrial, hasta llegar al siglo XX y XXI. 

Escena de la obra / CEDIDA
Escena de la obra / CEDIDA

Animales muy listos y cariñosos

¿Cuál es la mayor enseñanza de la obra?

El texto que, en un principio, es un poco el lamento de esta especie por haber sido tan maltratada por la raza humana, se acaba convirtiendo en una denuncia también. Nos hace reflexionar sobre lo prepotentes que somos como especie los humanos, que nos creemos los dueños de este planeta y que nos hemos erigido en reyes y señores de los destinos de todas las demás especies que habitan el planeta. Y la verdad es que hay muy poco respeto hacia ellas, porque algunas, entre ellas la de los burros, tienen cualidades probablemente muchísimo mejores que las nuestras. 

¿Qué ha aprendido de estos animales? Parece que le ha cogido cariño. Incluso ha apadrinado una burrita. 

Eso es una cosa que me llena de orgullo. Llevamos un año ya con la obra y siempre he abogado mucho por los burros, y sobre todo por esa injusticia enorme de que burro se asimile a tonto y se utilice como insulto cuando son unos animales listísimos. Eso me ha hecho padrino de algunas de las asociaciones, que afortunadamente hay varias en España, que se dedican al cuidado de los burros. En concreto ADEBO (Asociación de Defensa del Borrico), aprovechando que actuábamos en Córdoba, me acerqué allí y viví un día inolvidable. 

He descubierto que estos animales son muy afectivos y cariñosos. Se mueren por una caricia, son un poco como los perritos también. Y son unos animales listísimos, que aprenden un montón de cosas, y que, en fin, que no tienen nada que ver con esa imagen de tonto, de torpe, etc. 

Eso al final se resalta en la obra, ¿no?

Creo que de ahí surge la idea de Álvaro de hacer esta función, que es darle voz a una especie que ha sido incomprensiblemente muy maltratada. Los burros han estado siempre al lado de los seres humanos, pero nadie los considera un animal de compañía. Se les ha utilizado como herramienta. Cuando el mundo luego se mecanizó, se les olvidó, se les dejó abandonados en los campos, atados a estacas en parcelas, o se les llevó al matadero. Es una injusticia enorme. 

Escena de la obra / CEDIDA
Escena de la obra / CEDIDA

Debutar en el Teatro Pérez Galdós

La pregunta es inevitable y más al ser su esposa, Mapi Sagaseta, de Gran Canaria, Después de 46 años de carrera, ¿cómo se siente actuar en un escenario tan emblemático como el Teatro Pérez Galdós por primera vez? 

Es una emoción y una ilusión enorme. He trabajado durante muchos años en el Teatro Cuyás y en el CICCA, pero no había pisado nunca el escenario del Pérez Galdós. Y siendo como es un teatro tan emblemático y tan bonito, estoy con una ilusión como si fuera mi debut en él. Porque además para mi mujer y toda su familia es un teatro muy querido. Ellos han vivido siempre en la calle Triana y ahí hicieron sus primeras representaciones. Es un teatro muy vinculado a la familia también. Así que, bueno, tengo mucha, mucha ilusión de por fin poder estar en ese escenario. 

Ya conoce al público canario de otras ocasiones en la isla. ¿Cómo cree que va a ser su reacción al ver esta obra?

Creo que la gente que venga a vernos al Pérez Galdós lo va a pasar muy bien, porque la experiencia que tenemos hasta ahora con esta función es que funciona siempre igual de bien porque la empatía que se crea entre el escenario y la sala es muy potente. Creo que, de alguna manera, este burro nuestro es un poco una alegoría que podría ser como una metáfora de cualquier ser humano que en algún momento se ha sentido ninguneado, maltratado, etc. Eso nos ha pasado prácticamente a todos. Espero que el público canario, que es enormemente receptivo y muy disfrutón, se lo pase pipa con esta función, y que luego lo celebremos juntos cuando termine la obra.

Tras una carrera tan larga y repleta , ¿qué significa para usted la evolución de su recorrido desde sus comienzos hasta ahora y el futuro?

Siempre que pienso en términos de trayectoria y de evolución, me quedo asombrado de la suerte que he tenido. He podido dedicarme a lo que me apasiona y vivir de ello. Me han tocado muchísimos personajes maravillosos de todo tipo y he podido tocar todos los géneros. No nos olvidemos que nuestro oficio es un oficio en el que muy poca gente, según las estadísticas, puede vivir de él, y la verdad es que he tenido mucha suerte, porque he tenido trabajo continuado durante muchos años. Lo único que tengo son palabras de agradecimiento y de felicidad. Este trabajo me sigue apasionando como el primer día. Y, afortunadamente, tengo un futuro por delante mientras el cuerpo aguanta y la cabeza funcione.