'Chusma', el libro del niño que no sabía patear un balón pero acabó creando para Amazon

El grancanario David Sainz vuelca en esta obra buena parte de su infancia y adolescencia como un zagal con mucho mundo interior

Cristina Magdaleno Galdona / EFE

Guardar

David Sainz publica 'Chusma', un libro en el que repasa su infancia y adolescencia en Las Rehoyas. / ZIPI-EFE
David Sainz publica 'Chusma', un libro en el que repasa su infancia y adolescencia en Las Rehoyas. / ZIPI-EFE

Cuando a David Sainz (Gran Canaria, 1987) se le pregunta por su infancia, se retrotrae al barrio grancanario de Las Rehoyas, donde recuerda que no era un chaval de muchos amigos y que carecía de una habilidad básica para interrelacionarse con los niños de su edad: jugar al fútbol.

Ahora, este creador audiovisual, padre de una de las primeras webseries españolas (Malviviendo), vuelca en el libro Chusma (Temas de Hoy, 2023) buena parte de su infancia y adolescencia como un zagal con mucho mundo interior que, de vez en cuando, cosecha alguna que otra victoria: un primer beso, una primera novia...

Y todo ello, según relata en una entrevista con Efe, lo hace con la perspectiva de quien ha dejado de ser un niño "acostumbrado a perder" para triunfar en su campo de trabajo, no solo publicando Chusma, sino al frente de una de las próximas producciones audiovisuales de Amazon Prime, la serie En fin, que define como una "comedia de acción posapocalíptica".

"Grabar vídeos y hacer tonterías"

"Contra todo pronóstico ese perdedor terminó cumpliendo un sueño de niño", resume Sainz, que agrega que el libro está contado con mucho sentido del humor desde el punto de vista de ese "crío" que, según cuenta, pasó "demasiado tiempo" en hospitales, rodeado de adultos, y con su padre, sevillano y militar, y su madre, de Canarias, y "que se dedicaba a mil cosas".

Sobre cómo llega por primera vez a coger una cámara, apunta que de siempre le gustaba "grabar vídeos y hacer tonterías" después de "haber fracasado en todas las clases extraescolares" en las que le apuntaban sus padres.

"Me pongo a grabar por puro hobby y ese hobby se va convirtiendo paulatinamente en algo más tangible hasta que llega Malviviendo", expresa el autor, cuyos principales referentes audiovisuales le llegaron prácticamente de niño, cuando su tío adolescente le dejaba ver películas a su aire en el salón de su casa.

De Manolo Vieira al éxito

Sobre su sentido del humor, omnipresente en el libro, tiene claro que el humorista canario Manolo Vieira, recientemente fallecido y con el que llegó a trabajar en algunos proyectos, ha forjado buena parte de sus referentes en este sentido. "Mis padres tenían el típico casette en el coche y también una cinta de vídeo que reventé bastante", detalla Sainz.

El camino desde Malviviendo, cuyo primer capítulo acumula más de seis millones de visitas en YouTube, hasta firmar con una de las principales plataformas de streaming, explica, es 15 años de "trabajo duro" en su productora, no exento de algunas decepciones y dificultades, todas ellas salvadas por "la vocación y el romanticismo" hacia su trabajo como creador audiovisual.

"Gente con menos paciencia y menos pasión por su trabajo que nosotros quizás no lo hubiese soportado, pero estamos enamorados de lo que hacemos y hemos aguantado y hoy estamos trabajando en el proyecto más grande a nivel presupuestario en el que hemos estado hasta la fecha", apostilla.

Todas las historias posibles

Él y quienes trabajan en la productora que nació con la webserie, indica Sainz, no querían hacer Malviviendo para siempre, sino transitar a hacer series y películas. Lo que querían, subraya, es poder dedicarse a ese mundo que tanto les gustaba y contar "todas las historias posibles en todos los géneros posibles".

Reconoce que Malviviendo probablemente sea la cosa más importante que ha hecho hasta la fecha e ironiza diciendo que "entendería" que hubiese gente que pensase que después de ese éxito terminó "trabajando en un Carrefour", pero la realidad, ahonda, es que han trabajado 15 años de manera ininterrumpida.

"Todo ha sido un viaje muy guay. Escribir el libro ha sido muy intenso y muy terapéutico en algunos momentos. Al niño que fui, si yo pudiera volver al pasado, le daría 20 abrazos porque le hacían falta, pero me encantaría que ese niño supiera que todo iba a acabar así", concluye. 

Archivado en: