![Elenco de 'Run [jamás caer vivos]', del tinerfeño José Padilla, en el centro de la imagen / La Zona](https://www.atlanticohoy.com/uploads/s1/30/60/97/4/diseno-sin-titulo-2023-09-14t173154-820_6_489x275.webp "Elenco de 'Run [jamás caer vivos]', del tinerfeño José Padilla, en el centro de la imagen / La Zona")
En el último invierno, la compañía teatral de la productora nacional La Zona se cargaba de ilusión con la invitación para ser parte del Festival Internacional de Artes Escénicas de Canarias para representar la obra Run [jamás caer vivos]. Su director, el santacrucero José Padilla, aunque afincado desde hace años en Madrid, marcó en rojo su calendario a partir de julio, donde arrancaría una gira dentro del festival.
Sin embargo, primero en julio y luego el pasado 6 de septiembre, la ilusión se vio resquebrajada por completo, agudizándose en la más reciente. “Fue una terrible decepción”, explica a Atlántico Hoy el dramaturgo canario. “Nos mataron la función”, amplía sobre la segunda cancelación.
Dos momentos, cada cual más duro, que deja entremedias esfuerzo, proyectos perdidos, dinero y, sobre todo, talento.
Primera cancelación
“En un primer momento íbamos a actuar en Tenerife, La Palma y Lanzarote y fue una alegría enorme”, relata Padilla sobre la primera propuesta recibida en febrero para comenzar la gira en julio. “La productora nos buscó funciones previas para llegar a Canarias con la obra engrasada y dar un producto de primera, por lo que volvimos a ensayar”, añade antes de compartir el primer varapalo. “Nos llaman diciendo que hay un problema burocrático y no se sabe lo que va a ocurrir con el festival y que por ahora no va a ocurrir”.
En este sentido, apunta que para la gira, los actores y actrices habían rechazado otros trabajos e, incluso, hicieron “encaje de bolillos” para llevar a un compañero que estaba en otra obra. “Fue una terrible decepción, peor nos quedaba el que íbamos a despedir la función porque teníamos unos recursos reservados en Asturias. Fue un momento muy agridulce. Nos hicieron una crítica impresionante”.
Nueva oportunidad
La montaña rusa de emociones tuvo un nuevo pico de positividad cuando, poco después de actuar en Asturias, reciben una nueva llamada del festival ofreciéndoles la posibilidad de retomar la gira arrancando el 19 de septiembre –próximo martes-. “Imagínate la alegría. Hablábamos de justicia poética, así que nos volvimos a poner a ello con el equipo entusiasmado”.
Así que de nuevo se puso la maquinaria teatral en marcha con el reto de trasladar la función de la península a Canarias. “Teníamos que mover todo el equipo artístico técnico hasta allí. Seis actores, el grupo técnico y yo”.
Segunda cancelación
Todo empezaba a coger forma y a ir rodado hasta que llegó jarro de agua fría definitivo. “Dos semanas antes de la primera función –hace apenas una semana- nos llaman para decir que hay otro problema burocrático de distinta naturaleza y que por ahora no se puede dar el festival”.
Un golpe durísimo que aún a José Padilla el cuesta asimilar. “Si el anterior fue terrorífico, ahora nos terminaron de hacer polvo, porque ahora sí han matado la función”, relata el creador canario. “Los actores habían dicho que no a trabajos de meses por las posibilidades que se les abrían”, añade.
Futuro sin credibilidad
Una de las cosas, además de las propias cancelaciones, que más le molestaron a Padilla es que les transmitieron que quizá en el futuro habría nuevas fechas. “Pero cómo voy a convocar a mi equipo por tercera vez si la credibilidad es absolutamente inexistente por mucha voluntad que le quiera poner. Has matado mi función”.
Asimismo, detalla que “lo más triste” es que “nadie asume la responsabilidad. La comunicación ha sido con la productora y han dicho que lamentan las molestias. A mí, que a fin y al cabo era un valor que querían poner en alza porque soy el dramaturgo canario, no me ha llamado nadie”.
En este punto, abundando en que el problema de la congelación del festival ha afectado a otras obras, en el caso particular de Run es reincidente. “Nos lo han hecho dos veces seguidas y han arrasado con nuestros recursos y con el ánimo de la compañía. Es injusto”, espeta Padilla. “Si la asistencia de este festival depende del azar y la suerte, mejor no convoques a nadie porque nos han hecho polvo y no hay derecho”.
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Un problema a nivel nacional
Con todo, Padilla hace una crítica la “sistema” nacional con la palabra dada. “Por parte de muchas instituciones, todos los acuerdos se dan de palabra e, incluso, se firma el contrato a función pasada. Y así vamos”, indica. “Es papel mojado. Jurídicamente no podemos hacer nada. Solo puedo denunciar el sistema”, añade.
Por ello, Padilla abunda en que “en España debe cambiar para poder respetar el arte del teatro, porque esto no puede ocurrir. No ha ocurrido un caso de censura política, como ha pasado con ayuntamientos de PP y VOX que han censurado obras y no ha habido consecuencias y no había nada firmado, pero el resultado es el mismo”.
Por último, el dramaturgo tinerfeño afirma que ante esta situación no puede mantenerse “callado” y que lo menos que puede hacer como cabeza visible de la compañía es hacer visible estos hechos. “no sé si valdrá de algo o no, pero si sirve para que en el futuro esta maldita situación cambie, bienvenido sea”, finaliza.