El reciente robo de las joyas imperiales del Louvre ha vuelto a poner sobre la mesa el valor —y la fragilidad— del patrimonio cultural. En Canarias, los museos guardan auténticos tesoros que, sin tener el brillo de las diademas de Napoleón, poseen un peso histórico y simbólico difícil de igualar.
Símbolo prehispánico
En el corazón de Vegueta, el Museo Canario exhibe una de las piezas más reconocibles de la arqueología insular: el Ídolo de Tara, una figura femenina de terracota de unos 26 centímetros, vinculada a cultos de fertilidad y al papel central de la mujer en la sociedad aborigen.
Considerada una de las obras más importantes del arte prehispánico canario, se ha convertido en emblema de la identidad cultural de la isla. Hace unos años viajó a Madrid, entre estrictas medidas de seguridad —primero viajó en barco hasta Huelva y luego por carretera hasta la capital del reino—, para su exposición en el Museo Arqueológico Nacional (MAN).
Pasado milenario
En Tenerife, el Museo de la Naturaleza y la Arqueología (MUNA) alberga la colección más completa de restos momificados guanches conocida. Sus salas muestran cuerpos conservados durante siglos junto a ajuares, vasijas y utensilios que permiten comprender las costumbres funerarias y la vida cotidiana de los antiguos pobladores de las islas.
Entres sus piezas más valiosas incluyen objetos de la cultura guanche como la Piedra Zanata y momias, así como una vasija egipcia de 5.700 años. El museo también exhibe otras piezas de gran valor, como un grabado rupestre recién restaurado del Sáhara Occidental y una valiosa colección de fósiles de tortugas marinas.
Descubrimiento y más
En Vegueta, no muy lejos del Museo Canario, el Cabildo de Gran Canaria gestiona y custodia la Casa Colón, una galería que celebra los viajes del navegante a América y su paso por Canarias.
En la galería, además de mapas y artilugios náuticos, el visitante también puede encontrar una colección de pinturas de artistas como Veronés, Ribera y Tiziano, así como obras del Barroco americano como la Coronación de la Virgen de Josef de Pae
Forja y espiral
La Fundación Martín Chirino custodia la obra de uno de los escultores canarios con mayor proyección internacional. Sus esculturas en hierro, sus dibujos y su archivo documental son una parte esencial del patrimonio artístico contemporáneo de las Islas: representan la continuidad entre tradición y modernidad y ofrecen una lectura escultórica del paisaje atlántico a través de la espiral, el hierro y la luz. La fundación actúa además como centro de estudio y difusión de la obra del artista, consolidando su legado entre las nuevas generaciones.
En la colección figuran esculturas como Homenaje a Marinetti XVII, Paisaje, los Momentos II y III Reflexión sobre el Guernica, El Mito de Sísifo II, Composición Constructivista, Reina Negra o El Viento.
Moderno y contemporáneo
Más allá de lo arqueológico, el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) y el Tenerife Espacio de las Artes (TEA) son guardianes de otro tipo de tesoros: colecciones de arte moderno y contemporáneo que documentan la relación cultural entre Europa, África y América. En sus fondos figuran obras de artistas canarios e internacionales que han dado proyección global a la creación del Archipiélago.
En la colección de la galería de Las Palmas de Gran Canaria se pueden encontrar piezas de José Jorge Oramas, Plácido Fleitas, Eduardo Gregorio, Felo Monzón y Santiago Santana; obras del Grupo El Paso; o trabajos de artistas como Miquel Navarro, Broto, Guillermo Pérez Villalta, Esther Ferrer o Nacho Criado y Dokoupil, Kever, Miguel Ángel Pascual, Orlando Ruano, Roberto Cabot, George Condo, Kippenberger vinculados a la Colección APM o la Colección Memoria de Papel.
Herencia estética
El Museo Néstor, que acumula años cerrado, ha conservado durante años la obra del artista modernista Néstor Martín-Fernández de la Torre, pionero en la definición estética de la Gran Canaria de principios del siglo XX. Sus pinturas, bocetos y escenografías componen una de las colecciones más valiosas del patrimonio artístico del Archipiélago, un legado que ha brillado en los últimos meses en Madrid con una retrospectiva en el Museo Reina Sofía.
Después de que la anterior licitación, convocada en diciembre de 2024 con un presupuesto de 3,5 millones de euros, quedara desierta al no presentarse ninguna empresa, el Ayuntamiento ha vuelto a sacar a concurso las obras, esta vez con un presupuesto base de licitación de 4.292.996,36 euros(4.012.146,13 euros sin impuestos), lo que representa un incremento de casi un millón de euros respecto a la convocatoria fallida.
Lección del Louvre
En el mercado del arte, ninguna de estas piezas tendría un precio equiparable al de las joyas imperiales robadas en París. Pero su valor científico, histórico y simbólico es incalculable. Son testimonios de civilizaciones, creencias y expresiones que forman parte del ADN cultural canario.
El atraco en París ha servido de recordatorio: el patrimonio, por valioso que sea, también es vulnerable. En Canarias, las autoridades culturales mantienen protocolos de conservación, control ambiental y medidas de seguridad para garantizar que estos bienes sigan a salvo. Pero su verdadera protección depende también del reconocimiento y el respeto ciudadano.
Los museos canarios no custodian coronas ni diamantes, pero sí la memoria de un pueblo. En cada ídolo, en cada momia, en cada escultura de hierro, en cada pincelada de Néstor, late la historia de las Islas. Y esa herencia —más que el oro o las gemas— es lo que ningún ladrón podría robar.
