Luis Zueco: “Los escritores podemos hacer mucho para que la historia de Canarias se conozca”

Luis Zueco es escritor de novela histórica y ha publicado casi una decena de libros sobre la historia de España

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Luis Zueco / REDES SOCIALES
Luis Zueco / REDES SOCIALES

Luis Zueco (Borja, Zaragoza, 2 de julio de 1979) ha visitado Las Palmas de Gran Canaria para presentar una de sus numerosas obras en el Foro Canarias: El Cirujano de Almas con el objetivo de recordar la importancia de los libros en la historia y el poder de las palabras. Aunque la etapa histórica que se podría considerar como su favorita es toda la que se desarrolla a lo largo del siglo XV en la Península, Zueco no cierra la puerta a escribir sobre Canarias. 

Asegura que la historia del Archipiélago es “apasionante, original y diferente al resto” y, por ello, puede que en un futuro en sus trabajos aparezca algún reconocido —o no— personaje de las Islas. De momento, Atlántico Hoy ha charlado con él para conocer sus fuentes de inspiración y su forma de trabajar. 

[Pregunta] Su obra literaria se centra en novelas históricas. ¿Qué le atrajo inicialmente hacia este género?

[Respuesta] A mi siempre me había interesado muchísimo la historia y había empezado a escribir desde joven, pero también me gusta la ingeniería y por eso la estudié. Aunque siempre tuve la idea de hacer algo más. Entonces, antes de ponerme a escribir novela histórica, lo primero que hice fue sacarme la carrera de Historia y luego me especialicé en Investigación Artística e Historia. 

Al terminar fue cuando me puse a escribir porque creía que esa base era fundamental, sobre todo, para hacer la parte de investigación y documentación —que es difícil y larga—. 

¿Cómo es ese proceso de investigación para ser exacto con los hechos históricos?

Más que los hechos históricos, lo más complicado es entender la época y la documentación va más en ese sentido. Por ejemplo, en mi último libro, El tablero de la reina, se desarrolla en el siglo XV y hay una gran documentación porque tienes que dominarla. Tienes que hacerlo incluso aunque muchos datos luego no los uses. 

Hay mucha información que consulto y luego no uso en la novela, pero que la necesito para entender y ponerme a escribir sobre lo que ha sucedido. Es importante para tener los elementos y escribir sobre un universo que realmente conozco. 

¿Cómo aborda la construcción de estos personajes históricos? 

Lo que tienes que hacer es estudiar todo lo que se ha podido publicar sobre la persona, sobre todo, desde puntos de vista distintos. Es decir, siempre hay distintas teorías para un personaje histórico y algunas son hasta contrarias. 

Personajes como la reina Isabel —protagonista de su último libro— son muy complejos, tienen muchas aristas, no todo es blanco y negro. Tienes que entender todas las perspectivas que hay y luego tu crear la tuya propia. Puede ser un punto de vista, otro o algo diferente. Lo que hace un escritor es meterse en la psicología del personaje, es lo más difícil porque qué piensa realmente el personaje es algo que nunca sabremos. 

Y para ponerse en la piel de un personaje, ¿sigue algún método de inspiración?

A mi lo que me gusta siempre es imaginarme que soy esa persona en esa época. Cuando tienes todos los conocimientos sobre ese periodo analizas el porqué el personaje dijo o hizo algo. Siempre me hago preguntas y, de hecho, todas las novelas nacen de preguntas y a mi me gusta plantearlas pero me gusta también dar respuesta. 

Entonces, yo interrogo al personaje y luego busco las respuestas que se dan en la novela porque creo que el lector se hace las mismas preguntas que me hago yo. 

¿Tiene alguna técnica para mantener el equilibrio entre la historia y la narrativa que intenta envolver al lector?

Tiene que ser una trama atractiva, claro. Yo coloco mucho misterio, mucha aventura, mucha épica… Al final es una trama de ficción y hay dos cosas que son muy importantes. Una es el ritmo, es como una canción y tiene que ser constante. Luego, creo que es esencial la fase de corrección, es decir, quitar. 

Escribir es como un árbol. La novela crece, crece y crece, pero si tu quieres que el árbol sea fuerte y de los frutos, tienes que podar. Justamente, las podas que sufren los árboles son tremendas y en la novela es lo mismo. Cuando escribo, termino la historia y toca ponerse a corregir. Ahí hay que recortar muchísimo para buscar el ritmo. 

Creo que es esencial ponerse a limar y dejar los elementos históricos que son necesarios para la trama, no colocar elementos históricos simplemente porque te lo sepas. No se trata de colocar una fecha o una batalla, lo añado porque realmente va a tener importancia en la trama. 

¿Qué aspectos de la historia española le resultan más interesantes?

Hay muchos porque creo que la historia de España es riquísima, siempre hay cosas que contar y siempre hay cosas que llaman la atención. A mi siempre me ha llamado mucho la atención, sobre todo, el siglo XV por todo lo que hace España. Como un reino en crisis como era el reino de Castilla consigue unirse al de Aragón y encuentran el nuevo mundo y acaba dominándolo. 

Cuando va a firmas o te encuentras a algún lector, ¿le sirven esas conversaciones para buscar la inspiración? 

Sí, por supuesto. Escribir es un trabajo muy solitario, al final estás en tu despacho, solo, de noche o de madrugada; es como estar en una cueva. De repente sale el libro y cambia por completo y es todo lo contrario y empiezan las entrevistas, las firmas, foros, reuniones… 

Esto es muy importante por varios aspectos, primero porque te comentan la novela y cuando solo una persona lo hace, pero sí en diferentes lugares y diferentes personas te cuentan siempre lo mismo, empiezas a plantearte cosas. Vas acumulando información que te dan para luego usarla.  

Otra cosa importante del contacto con el lector es la energía que te transmiten. Esa energía te hace cargar pilas porque puedo estar unos dos años escribiendo un libro y que venga alguien y te de su opinión te motiva. 

Cuando ya sabe sobre qué vas a escribir, ¿qué papel juegan las visitas a los lugares sobre los que va a escribir? 

Los espacios forman parte del escenario fundamental de la novela porque quiero que el lector sienta atracción por ellos y que cuando termine de leer le entren ganas de visitarlo. Hoy mismo una lectora me ha enviado fotos de un castillo que sale en una de mis primeras novelas y me ha dicho que ha ido tras leer el libro. 

Son muy importantes los escenarios y en viajes como el de ahora a Canarias encuentras lugares que a lo mejor, en algún momento, puedes utilizar para la novela. Creo que un escritor tiene que ser un buen viajero porque una novela donde los escenarios están bien cuidados es enriquecedora. 

Respecto a su visita a Canarias, ¿hay algún punto en la historia del Archipiélago que le parezca más interesante para una novela futura?

Creo que la conquista de Castilla a Canarias es apasionante. También creo que, en general, no se conoce bien la historia de las Islas en el resto de España y hay mucho trabajo por hacer. Los historiadores y la prensa, pero también los escritores de novela histórica podemos hacer mucho ahí. Sería interesante porque es apasionante, original y diferente al resto. Creo que da mucho juego para una novela, así que no lo descarto. 

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