Los Multicines Monopol no tienen licencia de pública concurrencia

Alfonso Melo, administrador de Interinsular Films, sociedad dueña de la empresa que explotaba las salas, asegura que el cine no puede abrir sin contar con un local de su propiedad que funciona como salida de emergencia en la calle Remedios

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Sesión del Festival de Cine de Las Palmas en los Multicines Monopol. / AH
Sesión del Festival de Cine de Las Palmas en los Multicines Monopol. / AH

Los Multicines Monopol, propiedad del banco malo –la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (más conocida por su acrónimo Sareb)–, no tienen licencia de pública concurrencia. Así lo afirma Alfonso Melo, administrador único de Interinsular Films, sociedad propietaria de la compañía Cine Canarias –que fue dueña del complejo cultural y que hasta octubre de 2020 explotaba las siete salas–. "En la escritura pública del cine", argumenta, "no figura un local, que da a la calle Remedios y que funciona como salida de emergencias". "En su momento, antes de la inauguración", añade, "el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria nos exigió esa vía de escape por seguridad. Sin ese local, que no está en venta, los Monopol no tienen licencia. Ni para cine ni para nada de pública concurrencia".

Melo lamenta que la Sareb "no conteste a nuestros requerimientos". "Durante los tres últimos años", subraya, "nosotros hemos pagado el IBI –Impuesto sobre Bienes Inmuebles– al ayuntamiento, porque aunque el banco malo es el propietario, en las oficinas municipales seguimos apareciendo nosotros. Y como no quiero que me embarguen, pago. Pero la realidad es que la Sareb nos debe, por ese concepto y otros como seguro, agua, luz, etcétera, más de 30.000 euros". El empresario puntualiza, además, que "nosotros jamás pusimos el cine en venta. Desde hace unos años es del banco malo, que lo incluye entre sus inmuebles como propiedad de Bancaja, que antes, a su vez, se lo había embargado a Cimentaciones Archipiélago".

Robo y okupas

El administrador de Interinsular Films advierte que "el local ya está maleado". "La semana pasada", detalla, "entraron a robar y no me extrañaría que hubieran okupas. Pero a mí realmente eso ya no me importa. Lo que quiero es que la Sareb haga lo que tenga que hacer y el tema no me dé más problemas, pero ya le digo yo que sin el local que funciona como salida de emergencia a la calle Remedios, que es nuestro, no podrán hacer nada. Ni cine, ni sala de espectáculos, ni nada. Eso que publicaron de que tiene licencia es falso".

Melo, en referencia al artículo publicado este martes por Atlántico Hoy –en el que se apuntaba que la Sareb sacaba a subasta los Monopol–, aclara que "no fuimos nosotros los que rompimos con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a cuenta del Festival de Cine, fueron ellos". "Nosotros", recalca, "nos sentimos engañados por la concejala de Cultura [Encarna Galván], porque incumplieron lo pactado. Cuando asumo la gestión del cine, les exijo que nos abonen el dinero que nos debían de la edición anterior, un 80% de lo acordado, y el 100% de la que iba a celebrarse en ese momento. Y aunque lo prometieron, no cumplieron. Tuvimos que pelear durante años y aún nos deben dos facturas por valor de unos 12.000 euros. Pero son ellos los que deciden dejarnos, nosotros no rompemos la relación".

Gestión ejemplar

El empresario traslada que la empresa "salió en 2016 limpiamente del concurso de acreedores al que se acogió en 2012" y rechaza que el cierre de los cines se debiera a decisiones erróneas en la gestión o malas elecciones en la programación. "Cuando asumo, con mi hermana y mis dos hijas, la dirección del Monopol, alcanzamos recaudaciones por año de 800.000, 850.000 euros. Y la cifra, antes, con mi hermano al frente, se quedaba lejos: en 600.000 euros. Cuando reabrimos, tras el confinamiento, la programación era la misma, no nos salimos de ese carril. El problema es que los espectadores no vinieron. Muchos de ellos porque eran jubilados, el grupo de más riesgo, y en ese momento aún no había vacuna. Y como gestor que soy, no permito que una empresa pierda dinero bajo mi mandato". "Por eso cerramos, y porque el local ya era de la Sareb y no nuestro, no por mala gestión", puntualiza.