El rodaje de la serie Caldas, el último barco, una producción de Secuoya Studios para Netflix, se encuentra estos días en Las Palmas de Gran Canaria tras haber pasado todo el verano filmando en Vigo. La capital grancanaria suma así un nuevo capítulo a su trayectoria como plató de grandes proyectos audiovisuales internacionales.
Entre los enclaves seleccionados destacan el Castillo de Mata, una vivienda en Perojo y varias calles del barrio de Triana, convertidos en escenarios de la historia protagonizada por el inspector Leo Caldas, personaje creado por el escritor gallego Domingo Villar. La serie adapta El último barco, novela que cierra la trilogía iniciada con Ojos de aguay La playa de los ahogados.
Salto desde Vigo
El despliegue técnico ha transformado durante varios días el centro histórico de la ciudad, generando expectación entre vecinos y visitantes. Antes de llegar a Gran Canaria, el rodaje ocupó localizaciones gallegas como el arenal de A Ladeira, donde se desarrolló un amplio dispositivo a mediados de agosto.
La dirección corre a cargo de Jorge Saavedra, realizador con experiencia en títulos como Zorro, Fuerza de paz o Laura y el misterio del paciente suspicaz. El reparto principal está encabezado por Javier Gutiérrez y Hovik Keuchkerian, dos actores de primer nivel que dan vida a los protagonistas de la trama.
Seis capítulos
La primera temporada contará con seis capítulos y se estrenará en Netflix, en una fecha aún por determinar. La historia sigue al inspector Leo Caldas, que vive y trabaja como policía en Vigo y se enfrenta a la desaparición de una profesora de cerámica, un caso que abre un relato de intriga con gran carga social y cultural.
Con este rodaje, Las Palmas de Gran Canaria se consolida como un referente para la industria audiovisual, gracias a su patrimonio histórico, la variedad de paisajes y la apuesta de productoras como Secuoya Studios por rodar en Canarias proyectos de proyección internacional.
