Hay términos que, aunque breves, contienen en sí mismos una manera de ver el mundo. En Canarias, donde la identidad se refleja en el habla tanto como en la gastronomía o la música, algunas palabras se han convertido en auténticos símbolos culturales. No están en todos los libros, pero sí en todas las conversaciones.
Esas expresiones, moldeadas por siglos de historia y aislamiento geográfico, se filtran en las frases del día a día y muchas veces provocan confusión entre quienes no son de las Islas. Una de ellas, que escuchas casi sin darte cuenta si pasas unos días en Canarias, tiene una sonoridad inconfundible y un significado que desborda su definición oficial.
Así se usa "fleje"
La palabra en cuestión es “fleje”, probablemente una de las más características del léxico informal canario. Según el Diccionario Básico de Canarismos, su significado hace referencia a un “haz o fajo de cosas separables” o a una “gran cantidad” de algo. Pero más allá de esta definición técnica, su uso ha evolucionado hasta convertirse en un medidor abstracto de intensidad y abundancia.
En Canarias no se tiene “mucho frío”, se tiene “fleje de frío”. No hay solo muchas personas en un evento, hay un “fleje de gente”. El término funciona como un comodín expresivo para cuantificar sin contar, para remarcar sin exagerar. Y, sobre todo, para hablar como un canario.
Origen y evolución
Curiosamente, “fleje” no es una invención exclusiva del español hablado en Canarias. Su origen está en el castellano peninsular, donde designa una tira delgada de metal o madera usada para reforzar o sujetar objetos. Este uso técnico aún persiste, especialmente en el ámbito industrial, donde los “flejes metálicos” se utilizan para agrupar cajas o barriles.
Sin embargo, en las Islas el término adoptó una nueva vida, transformándose gracias a la creatividad del habla popular. Lo que era una palabra de taller se volvió una palabra de calle, cargada de sentido emocional, exageración afectuosa y una musicalidad difícil de traducir.
Una seña de identidad
Más que un simple canarismo, “fleje” es una palabra que refleja la idiosincrasia isleña: directa, expresiva, cercana. Su uso marca un territorio lingüístico compartido y, al mismo tiempo, desconcierta a quienes no están familiarizados con el español insular.
La próxima vez que oigas a alguien decir que hay "fleje de calor", no te detengas a pensar en cifras. Piensa, más bien, en la forma tan especial que tienen los canarios de hablar... y de sentir.