Así será el nuevo estadio de Gran Canaria: con gimnasio, congreso, museo y restaurante.
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Cuenta atrás para el Estadio de Gran Canaria del Mundial: primeras obras a la vista

El Cabildo de Gran Canaria licita la demolición de la torre este, primer paso de un plan de modernización valorado en 100 millones de euros

A. Ley

El Estadio de Gran Canaria comienza el camino hacia una de las remodelaciones más ambiciosas de su historia. El Cabildo, a través del Instituto Insular de Deportes (IID), ha abierto el proceso de licitación para adjudicar la demolición controlada de la torre este, un contrato valorado en 804.432 euros y que marcará el inicio tangible de un plan de modernización con una inversión total estimada cercana a los 100 millones de euros.

La intervención afectará a 3.360,45 metros cuadrados de los 5.994,20 construidos en esta estructura y se ejecutará con maquinaria especializada, herramientas manuales y robots teledirigidos, lo que permitirá mantener operativa la instalación durante las obras. El inicio está previsto para finales de 2025 o, como muy tarde, principios de 2026.

Camino al Mundial 2030

El consejero de Deportes, Aridany Romero, ha destacado que este paso “marca un punto de partida fundamental para la reforma integral del Estadio” y refleja “la voluntad del Cabildo y de la ciudadanía de contar con una instalación de vanguardia”. Una vez adjudicada la empresa, se continuará con las fases previstas, siempre bajo criterios técnicos y de transparencia.

Antes de la demolición, se realizarán trabajos de preparación para garantizar la seguridad del entorno y cumplir con la planificación exigida por la candidatura española al Mundial de Fútbol 2030. Romero subrayó que este mandato insular “será el que más invierta en instalaciones deportivas de titularidad pública”, con proyectos en marcha como el Centro Insular de Deportes y la Ciudad Deportiva de Gran Canaria.

Plazos para las empresas

Las empresas interesadas en ejecutar la demolición tienen hasta el 1 de septiembre para presentar sus ofertas. Esta fase será clave para encajar el calendario de los futuros trabajos y asegurar que la infraestructura cumpla con los estándares internacionales que exige un evento global como el Mundial.