La UD Las Palmas atraviesa una de las semanas más cruciales de su historia reciente. A falta de solo cinco jornadas para el final de LaLiga, el equipo ocupa puestos de descenso y este sábado recibe al Valencia CF en un partido clave para la permanencia. Las críticas apuntan a la gestión de Miguel Ángel Ramírez, al trabajo deficiente del director deportivo Luis Helguera y, sobre todo, al desacierto táctico y comunicativo del entrenador Diego Martínez. Sin embargo, el sentimiento por el club permanece inquebrantable: más allá de nombres y errores, la UD representa el alma de toda una ciudad. Este sábado no se trata solo de fútbol: es un día de identidad, de unión intergeneracional y de orgullo compartido. Estar en el Estadio de Gran Canaria es más importante que nunca. Porque, después de todo, el fútbol es lo más importante de las cosas menos importantes.