Con la eliminación en cuartos de final de Liga Endesa, el CB Canarias puso punto y final el pasado jueves a una temporada que quedará en el recuerdo de la afición canarista por haber disfrutado en el Santiago Martín de la conquista de la tercera Copa Intercontinental FIBA en la historia del club. Como ya hicieron en 2017 y 2020, los aurinegros aprovecharon su condición de anfitriones para levantar el cetro continental por tercera vez en las últimas seis ediciones.
Pero esta campaña también ha marcado un punto de inflexión en la rivalidad del equipo tinerfeño con Unicaja después de un curso donde ambos conjuntos se han visto las caras en cuartos de final de Liga, en la Final Four de la Basketball Champions League y en la final de Copa del Rey. Todo ello sin contar el pulso que protagonizaron en Liga por alcanzar la cuarta plaza para contar con el factor cancha en el 'playoff' por el título.
US Monestir y São Paulo
En su camino al título Intercontinental, el CB Canarias tuvo que lidiar en semifinales con el US Monestir tunecino en un partido que los aurinegros solventaron la contundencia de un 112-42. El sonrojante tanteo evidenció la diferencia competitiva entre el campeón de la Basketball Africa League y el conjunto lagunero, que accedió al torneo como campeón de la Basketball Champions League. Desde el primer cuarto, el CB Canarias se adelantó en el marcador, casi 20 puntos por encima, para finalmente aplastar a su rival por 70 puntos.
La final ante São Paulo, que comparecía en el torneo como campeón de las Áméricas, fue completamente distinta. Aún así el Canarias no concedió ni un solo cuarto a su rival y acabó imponiéndose por 68-89 para levantar el trofeo intercontinental ante el público del Santiago Martín tras un partido en el que Bruno Fitipaldo fue distinguido como MVP por sus 15 puntos, 3/4 en triples y 6 asistencias. La tercera Intercontinental también se quedó en casa.
Subcampeón de Copa
Apenas cinco días después de proclamarse campeón, el CB Canarias puso rumbo a Badalona para disputar la Copa del Rey en un frenético mes de febrero. Como primer plato, en cuartos de final, el primer derbi canario en la historia de la Copa. Los tinerfeños se deshicieron del Granca con un triunfo por 89-73 en el que Jaime Fernández, con 26 puntos, se convirtió en el máximo anotador aurinegro en un partido de Copa.
En semifinales esperaba Joventut con la ventaja de jugar como local en el Olímpic de Badalona. Sin lugar a dudas fue el partido más emocionante del curso, con un triunfo por 72-73 que enmudeció a la hinchada de la Penya. En la última posesión del CB Canarias en el partido, Fitipaldo asistió en transición rápida para la carrera de Elgin Cook, que anotó la canasta decisiva. Pero también Abromaitis fue determinante con un soberbio tapón sobre Joel Parra, que tomó la responsabilidad de penetrar en la última posesión del partido y se encontró con un muro. Ese gorro ya es, para siempre, patrimonio inmaterial del club.
La final en sí misma ya era un premio pero, una vez allí, había que ganar. Sin embargo Unicaja llegaba pletórico después de eliminar a Barça y Madrid, y acabó levantando la Copa tras vencer por 80-83. Marcelinho se echó al equipo a la espalda con 21 puntos y 10 asistencias pero Tyson Carter y Kalinoski tuvieron un buen día en el tiro exterior y decantaron la balanza a favor de los de Ibon Navarro.
Casi una revancha
Los méritos deportivos y el calendario volvieron a deparar un cruce ante Unicaja, esta vez en la Final Four de Champions League. Como vigente campeón, el CB Canarias se presentó en el Martín Carpena a defender su corona pero una derrota por solo un punto ante Hapoel Jerusalén les impidió alcanzar la final. Tampoco Unicaja pudo con el Bonn por lo que la esperada final española en competición europea no llegó a producirse. No obstante, tinerfeños y malagueños se vieron las caras la lucha por el bronce, una final de consolación en la que los aurinegros vencieron por 79-84 pese a jugar en la cancha del rival. Con esta victoria, los aurinegros se tomaron una pequeña revancha a domicilio ante Unicaja por la final de Copa, aunque los de Ibon Navarro se repondrían más adelante del varapalo en cuartos de final de Liga.
El último capítulo de esta persistente rivalidad se disputó recientemente en cuartos de final de Liga Endesa. Los aurinegros partían con ventaja de campo pero la desperdiciaron en el primer partido, con una derrota por 59-72 en el Santiago Martín. El buen tono defensivo de los malagueños y el acierto en el tiro exterior de jugadores como Kendrick Perry u Osetkowski permitieron a Unicaja adelantarse en la eliminatoria. El claro triunfo de los de Ibon Navarro desconcertó a la afición canarista, que esperaba un duelo igualado tal y como habían sido los anteriores ante Unicaja esta temporada. Después del partido Vidorreta reconoció que les había faltado "fuerza, salud y baloncesto". Las fuerzas llegaron algo justas después de una temporada larga con cerca de 60 partidos entre Liga, Champions, Intercontinental y Copa del Rey y la salud se vio afectada por un virus estomacal que mermó a algunos jugadores clave.
En el segundo partido de la serie, disputado en Málaga, los aurinegros mejoraron respecto al primer choque pero aún así Unicaja dominó y se impuso con claridad por 97-74. La clave del partido estuvo en un aplastante parcial de 37-14 en el segundo cuarto gracias a un festival de triples del cuadro de Ibon Navarro. Con 21 puntos y un 5/7 en triples, Kalinoski destrozó al Canarias escoltado por Perry y Brizuela, que también cuajaron una gran actuación. De esta forma, el CB Canarias se despidió de la temporada en el Martín Carpena con el sabor agridulce de la eliminación pero con el orgullo de ser campeón Intercontinental, subcampeón de Copa del Rey y bronce en Champions League.