El CD Tenerife cayó derrotado en su feudo por 0-1 ante el Real Oviedo en un choque en el que dominó con holgura la posesión y dispuso de múltiples ocasiones pero acabó sucumbiendo con un gol de David Costas en jugada de córner. La buena actuación del guardameta Braat y el desatino de cara a gol de los de Ramis acabó traduciéndose en victoria visitante. El cuadro de asturiano se adelantó al principio de la segunda mitad y defendió su gol como un tesoro que, finalmente, les valió los primeros tres puntos como foráneos desde que Álvaro Cervera ocupa el banquillo.
Hambre blanquiazul
Ni un minuto de juego se había disputado cuando Nacho galopó por banda izquierda y envió un centro con veneno que, por el camino, se convirtió en disparo. El portero Braat la atrapó pero tan forzado que no pudo evitar el córner. El hambre de los blanquiazules volvió a evidenciarse poco después con un derechazo de Iván Romero con el balón en bote. Con reproche, Braat miró a su defensa por conceder dos ocasiones en cinco minutos. Siempre inquieto, Iván Romero insistía en encontrar la chispa que prendiera un incendio en el área ovetense y Waldo se postuló como su socio en esta empresa con un caño a Lucas Ahijado. A continuación Mellot centró en largo y Sergio González cabeceó buscando un rematador, pero Dani Calvo repelió. En otro proyecto personal, Waldo buscó suerte pegándole seco al esférico desde la frontal y, poco después, de nuevo Waldo recibió en el área y recortó con el exterior, pero su tiro salió al lateral de la red. Cualquier parecido entre este Tenerife y el que compareció en la isla vecina la semana pasada era mera coincidencia. Pero Ramis refunfuñaba en el banquillo. Mucho dominio pero ¿dónde está el gol?
Aún más se desesperó el técnico cuando Garcés desaprovechó un cabezazo en el área pequeña y José Ángel enganchó una volea con tres dedos que acabó en la zona de la red donde engaña el efecto óptico. El Oviedo sabía que había un balón sobre el verde porque lo veía pasar, no porque lo tuviera. Tal vez esa frustración reconcomía a Obeng cuando entró con dureza sobre Mellot y fue amonestado. El lateral quedó renqueante pero permaneció en el rectángulo. Hace falta mucho más para que Jérémy abandone sus obligaciones con el escudo. De hecho, al borde del descanso Mellot insistió con dos acciones de mérito en el costado derecho, primero con un recorte para romper a su defensor y posteriormente con un control orientado para zafarse de la presión y pisar área. Para los asturianos, la esperanza era el balón parado y su mejor ocasión llegó en un córner sacado rematado por David Costas a las manos de Soriano. Tantas ocasiones para el Tenerife, tan pocas para el Oviedo pero el resumen estadístico de la primera mitad era inquietante. Solo un tiro entre los tres palos para cada equipo.
Castigo a balón parado
En la segunda parte el Oviedo dejó de ser un espectador y dispuso de varias jugadas de saque de esquina. Y aprovechó una de ellas. Hugo Rama sacó, Borja Bastón la sirvió de cabeza y David Costas remachó pegado al palo después de que José Ángel fallara en su despeje de cabeza. Waldo se revolvió contra la injusticia del marcador y lo intentó con un lanzamiento desde fuera del área repelido por Braat y, a continuación, el extremo pacense volvió a intentarlo buscando la escuadra del arco asturiano con el exterior de su bota. Luego, en aventura individual, Iván Romero condujo hasta sacar un golpeo raso que acabó con la estirada a ras de césped del portero visitante, un seguro para Cervera.
Desde que salieron al campo, poco tardaron en asociarse Shashoua y Gallego en un jugada clara en la que el inglés volvió a probar a Braat. Ramis también alineó a Dauda, quemando todos sus recursos en ataque para intentar revertir un marcador desfavorable. Pero enfrente se encontró con un equipo experto en gestionar ventaja cortas, con la lección bien aprendida desde la llegada de Cervera hace poco más de un mes. En esta tesitura fue el Tenerife quien recurrió al balón parado con una falta lateral en la que José Ángel intentó colársela a Braat por el palo largo. El árbitro ordenó repetir la acción y entonces José Ángel optó por buscar a Carlos Ruiz o Dauda en el segundo palo, que se estorbaron en el remate y acabaron reprochándose falta de comunicación.
Casi en el minuto 90 Nacho y Dauda se asociaron en el sector izquierdo pero la zaga asturiana despejó a córner el tiro del ghanés. Con la costumbre de los generosos alargues en el Mundial, tres minutos parecieron poco a la grada del Heliodoro. Abel Bretones y José Ángel se engancharon tras una acción disputada y el colegiado añadió un minuto más. Pero el marcador ya no se movió y el Oviedo rubricó su segunda victoria de la temporada lejos del Tartiere, la primera desde que llegó Cervera.
Alineaciones
CD Tenerife: Soriano, Mellot, Sipcic, Sergio Glez, Nacho, Aitor Sanz, José Ángel, Waldo, Teto, Iván Romero y Borja Garcés. // Gallego por Garcés, Shashoua por Waldo (62'), Larrea por Aitor Sanz, Dauda por Teto (73') y Carlos Ruiz por Sipcic (76').
Real Oviedo: Braat, Lucas Ahijado, David Costas, Dani Calvo, Carlos Pomares, Jimmy, Luismi, Mario Sesé, Hugo Rama, Obeng y Borja Bastón. // Borja Bastón por Sergi Enrich, Obeng por Borja Sánchez (60'), Mangel por Hugo Rama y Miguelón por Carlos Pomares (88').
Tarjetas amarillas
CD Tenerife: José Ángel (62').
Real Oviedo: Obeng (30'), Luismi (69') y Hugo Rama (71').