Serán las bajas de Waldo y Luismi Cruz o quizá que Garitano no apostó por Ángel y Alassan hasta la segunda parte, pero lo cierto es que el Tenerife perdió 0-1 ante el Villareal B, un equipo que aún no había ganado a domicilio y en todos los partidos de esta temporada había recibido al menos un gol, excepto en el Heliodoro. Pese a que su rival jugó con diez desde el minuto 44, el Tenerife no fue capaz siquiera de sacar un punto en casa.
La propuesta inicial de Garitano fue cuanto menos inofensiva. El Villareal esperaba encontrarse con un equipo dominador en juego y ocasiones pero, como el Tenerife no metía miedo, los groguet se echaron al ataque. Les bastó una jugada de peligro, y el córner posterior, para adelantarse en el marcador por mediación de Forés en el minuto 23. Con el marcador a favor el partido el Villareal propuso el correcalles que le beneficiaba y a punto estuvo de castigar de nuevo al Tenerife.
Al filo del descanso, la expulsión de Abraham del Moral supuso un respiro para el Tenerife, que mejoró con Ángel en el terreno de juego. El gol anulado al delantero tinerfeño por un fuera de juego milimétrico dolió pero no ocultó la pobre imagen que dejó el equipo. Tan solo en el tramo final, obligados por el marcador, los de Garitano trataron de maquillar su actuación pero ni la insistencia de Alassan ni un cabezazo al larguero de Amo enderezaron un partido en el que el Tenerife se pareció peligrosamente al equipo que es cuando juega lejos del Heliodoro.
Flojera en ataque
Los primeros 20 minutos de partido fueron un monólogo de Tenerife. O mejor, una conferencia tediosa porque los locales tenían la posesión, daban vueltas de aquí para allá pero sin chispa, sin chiste, sin alegría. No hubo ni una ocasión clara y contemplar las ganas que le echa Jesús Belza se convirtió en uno de los pocos alicientes del encuentro. Parecía que el Tenerife había importado al Heliodoro la flojera ofensiva que muestra lejos de casa.
Visto lo visto, el Villareal intentó darle un mordisco al Tenerife. Como siempre Ontiveros fue el principal agitador. Loïc Williams apagó el primer fuego, atento para repeler el disparo con las manos en la espalda. Pero el córner resultante llegó a Tasende que, desde el vértice del área centró para Pascual al segundo palo. Allí la bajó de cabeza hacia el segundo palo donde, tambien con la testa, Forés la empujó a la red.
Pachanga en la plaza
La reacción del Tenerife llegó por banda izquierda, desde donde le llegó un centro a Gallego que, sin levantarse del suelo, cabeceó pegado al palo y adentro. Demasiado sencillo, Gallego estaba en clara posición de juego. Los balones diagonales al área, como el del gol, complicaban la tarde a la defensa blanquiazul. Llovió un centro hacia el segundo y de pronto Lanchi ensayó una chilena que Soriano sacó con una estirada de póster.
El partido parecía una pachanga en la plaza. Un correcalles con defensas fuera de lugar, sobre todo la del Tenerife. Nacho llegó in extremis a sacársela de los pies a Jorge Pascual pero fue la excepción. Todos llegaban tarde a las transiciones rápidas. Sin duda el promotor de esta locura era el Villareal, que prosperaba en las ansias de los locales por empatar antes del descanso.
Antes del descanso, la única buena noticia para el Tenerife fue que su rival perdió un efectivo. Abraham del Moral cometió el pecado del último defensor: intentar regatear. Los dioses del fútbol le castigaron porque ni siquiera llegó a pisar el balón y se lo regaló a Teto a un paso del área. Apabullado por su error, Abraham no encontró más salida que intentar rebañarle el balón. Cometió falta y fue expulsado.
El peluquero de Ángel
Los apuros en defensa cesaron tras el descanso. Tampoco al Villareal le convenía correr riesgos con el marcador a favor y un jugador menos. Si el gol anulado a Gallego en la primera mitad fue en claro fuera de juego, el que le invalidaron a Ángel dejó algunas dudas. Quizá si hubiera pasado por el peluquero esta semana, el Tenerife habría empatado. La línea del VAR decretó posición antirreglamentaria milimétrica. Apenas la frente de Ángel. Por los pelos. Literal.
Mientras el Villareal atesoraba su gol, Ontiveros solo pensaba en ampliar la ventaja. Tardo un nanosegundo en armar la pierna y mandar un cañonazo para otra palomita de Soriano. Y, en materia de pelotazos, Gallego también probó suerte desde la frontal. El movimiento fue magistral para ganar el espacio, pero Iker estuvo atento para sacársela de encima.
Asedio blanquiazul, sin premio
Otro de los refrescos en ataque, Roberto López, tuvo su ocasión. Desde la izquierda, Nacho la picó hacia el primer palo y, cazándola con la zurda sin dejarla botar, Roberto puso a prueba a Iker Álvarez, expeditivo para proteger su palo.
Ángel perseveró en ataque con una volea y luego fue Amo, a pase de Corredera, quien envió un cabezazo al larguero. También lo intentó desde con la diestra el sector izquierdo del área Alassan. La primera salió muy desviada, la segunda más cerquita. Pero nada. Quedaban seis minutos de descuento y el gol se resistía. Y así hasta el pitido final
Alineaciones
CD Tenerife: Soriano, Mellot, José Amo, Loïc Williams, Nacho, Sergio González, Corredera, Jesús Belza, Teto, Elady y Gallego.// Ángel y Bodiger por Jesús Belza y Sergio González (46'), Buñuel y Roberto López por Elady y Teto (65'), Alassan por Loic (82')
Villareal B: Iker Álvarez, Espigares, Abraham del Moral, Lekovic, Tasende, Lanchi, Gelardo, Carlo Adriano, Ontiveros, Jorge Pascual y Forés.// Pau Navarro por Forés (46'), Pablo Íñiguez por Lekovic, Gerlanik y Diego Collado por Ontiveros y Jorge Pascual (76'), Rodrigo Alonso por Lanchi (82').
Incidencias
Estadio Heliodoro Rodríguez López ante 17.811 espectadores.
Árbitro: González Díaz. VAR: Moreno Aragón.
Amonestó a Lanchi (16'), Elady (18'), Iker Álvarez (70'), Amo (72'), Loic (77'), Rodrigo Alonso (94'), Geralnik (95').
Expulsó a Abraham del Moral (44')