Alejandro Álvarez: "El ambiente en el vestuario del CD Tenerife era horrible"

Un ejemplo de cómo enfrentarse a duras lesiones y superarlas

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alejandro álvarez
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La primera relación que tuvo Alejandro Álvarez con el balón fue con la camiseta del Juventud Laguna, con apenas diez años. Su visión de juego y gran golpeo de balón eran sus mejores características y tras realizar un campus en la Península en el periodo de verano estaba a un paso de hacer la maleta y abandonar Tenerife para sumarse a las categorías inferiores del Racing de Santander.

Unos días después de haber tomado esta decisión recibió una llamada, era el CD Tenerife. "Tenía diez años y no tuve dudas. Estaba muy ilusionado y feliz. Para cualquier jugador tinerfeño es un orgullo", declara para ElDorsal.com Ale. A partir de ahí, una vida en blanquiazul, un hombre de club que fue ascendiendo de categoría en categoría hasta llegar al filial blanquiazul, e incluso entrenar con el primer equipo tinerfeñista.

"La primera etapa en la que entrené con el primer equipo fue muy difícil. Fue cuando el equipo descendió de Segunda División a Segunda División B. La plantilla tenía una calidad inmensa con jugadores como Nino, Marc Bertrán, Kome... pero el ambiente en el vestuario era horrible". Todos recordamos aquella fatídica campaña, un equipo confeccionado para el ascenso, para la vuelta a la liga de la estrellas y que acabó estrellándose.

Alejandro Álvarez recuerda la etapa como un momento muy complicado pero una experiencia que guarda con el cariño de formar parte de la plantilla del primer equipo de su tierra. "Ninguno de los canteranos estábamos cómodos. Además hubo mucho cambio de entrenador, presión de los medios, del club. Era difícil. En la segunda etapa, ya en Segunda B, había mejor grupo, pero mucha prisa por ascender. Todo eso se reflejaba en el ambiente. En ambas etapas, me di cuenta que el fútbol profesional es muy complejo y para un canterano, el grupo, la situación del equipo, entrenador y demás factores son determinantes. Pero la experiencia no me la quita nadie", recuerda el centrocampista que en esta época ya era lateral.

Lamentablemente la historia de Alejandro Álvarez en el paisaje del fútbol tiene un protagonista no inesperado, porque todo deportista puede encontrarse con él, pero si es la peor compañía. Las lesiones. Ale es un ejemplo de caer y levantarse. La primera fue debutando con el filial en Segunda División B contra el Toledo. "Tuve una rotura de ligamento cruzado anterior en la rodilla derecha. Esa temporada no jugué más y el filial descendió a tercera. Me recuperé y jugué la siguiente temporada sin problemas aunque sin recuperar mi mejor versión.

Una temporada más tarde, volví a recuperar mi nivel con Quique Medina como técnico del filial. Era asiduo a los entrenamientos con la primera plantilla y Pedro Cordero, director deportivo del club en ese momento, me dijo que haría la pretemporada con el 1º equipo y me renovarían el contrato. En un entrenamiento en marzo de 2012, hice un mal apoyo en un salto y me rompí el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Fue horrible. No me lo podía creer. Estuve tres días llorando sin salir de casa, pero finalmente salí hacia adelante", explica Alejandro.



fútbol africano Quique Medina, exdirector deportivo del CD Tenerife. | @Jacfotografo

Pero por desgracia el episodio de las lesiones no desapareció en su carrera. "Jugué una temporada más en el filial, con Quico de Diego, donde nos quedamos en la última ronda del playoff de ascenso a Segunda División B. Ahí finalizó mi etapa en el CD Tenerife".

Pero el fútbol pese a las lesiones y la salida del club de su vida no terminó. Pasó por el CD Laguna, UD Las Zocas y por último en Atlético Unión Guimar. "Aquí sufrí la tercera y más grave lesión. Fue en la que me rompí el cruzado anterior, ligamento lateral externo, el tendón del poplíteo y el ligamento popliteoperoneo de la rodilla izquierda. A día de hoy sigo el proceso de recuperación", las lesiones no le frenan.

¿Cómo se recupera un futbolista de tal historial de lesiones? Todo está en la cabeza. "Creo que ningún deportista encaja esto que he contado. Ha sido durísimo, pero todas las adversidades que he superado me han hecho mejorar y crecer como persona. Esa ha sido mi motivación: superarme a mí mismo".