A pesar de tener solo 20 años ya tiene interiorizados y perfectamente mecanizados movimientos de '10' puro, y también de '9' referencia, roles que ha venido desempeñando en el juvenil blanco en Youth League y en el Castilla. Y en el trabajo sin balón ofrece una versión de mucha brega, un jugador a los que les gusta 'bajar al barro' cuando se trata de ahogar al equipo contrario en la salida de balón.
De tres cuartas partes hacia delante es donde Gómez exprime todo su jugo. Su gran movilidad entre líneas, también partiendo de los costados, dificulta una férrea marca sobre su figura. Y no solo por sus movimientos inteligentes consigue ser escurridizo y difícil de neutralizar, ya que con balón dominado es el de los que no tienen reparo en provocar un uno contra uno contra el defensa de turno. Si no lo tiene claro saca la chistera y se inventa un último pase como si de un enganche de la escuela argentina se tratara.
Diez tantos sumó la temporada pasada, la mitad que su compañero en la delantera Cristo González. Con permiso de Jorge de Frutos formaron una dupla imparable en punta de lanza, una conexión entre jugones que causó estragos en Segunda B (31 goles entre los dos). Por otro lado, su perfil no es el de ariete puro de área, por ello siempre se verá su mejor versión con otro delantero muy móvil compartiendo cometido. Solo queda por saber si estas y otras tantas aptitudes que posee el tercer fichaje blanquiazul logran ver la luz en el Heliodoro a partir del mes de agosto.