El centrocampista madrileño no daba crédito y sus gritos de indignación sonaban en el vacío Son Moix. Su malestar acrecentó y se hizo más evidente, cuando el VAR ratificaba la decisión. Una indignación que fue el fiel reflejo del sentimiento del aficionado tinerfeñista, que veía en la repetición cómo el capitán tocaba el esférico. Los trencillas entendieron que hay falta previa. Dani Rodríguez se encargaba del lanzamiento de penalti, engañaba a Ortolá y ampliaba la ventaja para los mallorquinistas.
La polémica: Un penalti que indigna a la afición del CD Tenerife
La afición y los jugadores del CD Tenerife no entendieron que ni el VAR haya anulado el penalti de Aitor Sanz
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Los jugadores del CD Tenerife exclamaban y protestaban sorprendidos la decisión que adoptó José Antonio López Toca en el minuto 52. El colegiado, que ni fue a ver la jugada al VAR y confirmaba su decisión inicial, consideró penalti de Aitor Sanz una rigurosa falta en el área tinerfeñista. Aitor Sanz extendía la pierna derecha, tocaba balón y la pelota se iba a línea de fondo. Sin embargo, el árbitro decretaba pena máxima.
El centrocampista madrileño no daba crédito y sus gritos de indignación sonaban en el vacío Son Moix. Su malestar acrecentó y se hizo más evidente, cuando el VAR ratificaba la decisión. Una indignación que fue el fiel reflejo del sentimiento del aficionado tinerfeñista, que veía en la repetición cómo el capitán tocaba el esférico. Los trencillas entendieron que hay falta previa. Dani Rodríguez se encargaba del lanzamiento de penalti, engañaba a Ortolá y ampliaba la ventaja para los mallorquinistas.
El centrocampista madrileño no daba crédito y sus gritos de indignación sonaban en el vacío Son Moix. Su malestar acrecentó y se hizo más evidente, cuando el VAR ratificaba la decisión. Una indignación que fue el fiel reflejo del sentimiento del aficionado tinerfeñista, que veía en la repetición cómo el capitán tocaba el esférico. Los trencillas entendieron que hay falta previa. Dani Rodríguez se encargaba del lanzamiento de penalti, engañaba a Ortolá y ampliaba la ventaja para los mallorquinistas.