El derbi canario en la lucha por el ascenso a Primera División vive este sábado a las 20.00 (hora canaria) su segunda edición en el Estadio de Gran Canaria. Después de la trabajada victoria el miércoles Heliodoro por 1-0, Luis Miguel Ramis ha comentado en la rueda de prensa previa al choque que la eliminatoria está igualada y "no tenemos la sensación de tener ninguna ventaja" porque "en el fútbol profesional este tipo de resultado no decanta nada". La victoria en el Heliodoro no trastoca los planes Ramis, que se aferra a su plan de partido basado en "salir al campo, hacerte fuerte, no conceder, que no te hagan gol y aprovechar nuestras oportunidades". El preparador blanquiazul informó de que toda la plantilla viajará a Gran Canaria, incluidos los lesionados Pablo Larrea y Javi Alonso.
Ante la previsión de lleno en el Estadio de Gran Canaria, con más de 30.000 personas, Ramis afirmó que "no supone ningún problema jugar en un escenario con una afición volcada con su equipo, no es nada nuevo" y añadió, respecto a los 700 incondicionales blanquiazules que viajan a Gran Canaria, que el Tenerife también tendrá apoyo en el fuedo amarillo.
Cabeza, corazón y piernas
El técnico blanquiazul también aseguró que el equipo tiene "el corazón, la cabeza y las piernas cargadas por todos los que vinieron a vernos" el miércoles en el Heliodoro. Como conclusión del duelo desde el punto de vista de las aficiones, Ramis declaró que están "encantados de tener un bonito ambiente de fútbol y que sea otra fiesta del fútbol canario. Deseo que ambas aficiones disfruten de sus equipos y del buen ambiente, donde todo transcurra con normalidad"
Acerca del juego del equipo, el entrenador blanquiazul recogió el símil del fútbol-hormigón como relfejo del estilo del conjunto tinerfeño "¿Somos un equipo duro? Sí. El hormigón es duro cuando se seca. Si interpretamos que es ser competitivos, pues también. A todos los entrenadores nos gusta que sus equipos sean competitivos e intensos".