El CV Haris Tenerife revalidó su título de Copa de la Reina venciendo al Olímpico de Gran Canaria por 2-3 (22-25, 25-19, 25,16, 27-29, 13-15) en la final canaria disputada en Sant Cugat. Lideradas por una espléndida Belly Nsunguimina, MVP del partido, empezaron decididas y se adjudicaron la primera manga por 22-25. Pero el Olímpico reaccionó y tomó ventaja venciendo en los dos sets siguientes, por 25-19 y 25-16, dándole la vuelta al marcador. Aún así el Haris empató la contienda 2-2 en un apretadísimo cuarto episodio que terminó con 27-29 para las de Juan Diego García. El vuelco anímico llevó en volandas al cuadro tinerfeño hasta culminar la remontada por 13-15 en el 'tie-break' para conquistar, por tercera vez y segundo año consecutivo, la Copa de la Reina.
Un set blanquiazul, otro amarillo
El arranque de partido fue arrollador por parte de la escuadra lagunera que, fundamentando el juego en el potente saque de Belly, consiguió una ventaja de 3-12. A partir de ese momento despertó el Olímpico, afinando en la defensa con los bloqueos de Vilvert y con una inspirada Julia de Paula en el remate. Las de Marcos Dreyer apretaron el primer set, acechando a solo un punto en el tramo final pero un remate de Julie Lengweiler y un gran bloqueo de Brooke Kanas tiñeron de blanquiazul el primer set con marcador de 22-25.
El segundo acto comenzó muy parejo en un intercambio de puntos que no permitía a ningún equipo distanciarse en el marcador. Con Sulian Matienzo al servicio y De Paula inapelable por los costados, las olímpicas fueron abriendo brecha. Un bloqueo a Lengweiler puso el segundo set a un punto para las amarillas, que acabaron adjudicándoselo anotando después de una recepción que tocó la red pero pasó a campo del Haris. Marcador de 25-19 y un set para cada equipo.
Remontada de campeonas
El tercer set comenzó con dominio amarillo aunque el Haris se afanaba en plantar cara, reduciendo la ventaja del rival hasta los dos puntos. La irrupción de Saray Manzano, tanto en funciones ofensivas como en el bloqueo, propició que el conjunto grancanario pusiera rumbo a la victoria en el parcial, dejando al Haris congelado en 16 puntos. Con Manzano al saque, el camino se allanó y de sus manos salió el 25-16 con el que tomaban ventaja 2-1.
Pero la remontada blanquiazul aún estaba por llegar y empezó a fraguarse en el cuarto set. Los primeros compases no invitaban al optimismo para el cuadro lagunero, que empezó perdiendo 8-3 en una manga en la que, si se imponían las de Marcos Dreyer, sería definitiva. Un servicio de Kanas puso la igualada a 17 puntos y devolvió la esperanza al Haris. Desde ese momento, marcadores parejos en un pulso donde las de Juan Diego García aguantaron la presión de varios puntos de partido para su rival y acabaron forzando el 'tie break' con un 27-29 después de dos remates, de Hodwald para dar ventaja y de Belly para enviar la contienda al quinto set de desempate.
El espíritu combativo de la remontada se plasmó en ventaja de 0-6 para las tinerfeñas al comienzo del 'tie-break'. En dinámicas opuestas, las jugadoras del Haris disfrutaban del juego mientras la incertidumbre se adueñaba de las olímpicas que, sin embargo, reaccionaron al dominio inicial y se acercaron a solo dos puntos en el marcador. Aún así el Haris supo gestionar la ventaja y, pese a que De Paula consiguió el 13-14 y la defensa amarilla contuvo a las acometidas de Wolocwiz, finalmente Manzano se vio obligada a arriesgar en el saque y falló en el punto decisivo, que otorgó la Copa de la Reina al Haris con un 13-15 en el 'tie break' y marcador global de 2-3.