María Rodríguez: la historia de una campeona del mundo por 'culpa' de la espalda de su hermana

La deportista de Los Realejos, María Rodríguez Rodríguez de la Sierra, concede una entrevista a Atlántico Hoy para valorar su reciente éxito y sus próximos retos

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María Rodríguez Rodríguez de la Sierra con la medalla de oro como campeona del mundo junior de Salvamento y Socorrismo. / AH
María Rodríguez Rodríguez de la Sierra con la medalla de oro como campeona del mundo junior de Salvamento y Socorrismo. / AH

El pasado 3 de octubre, la tinerfeña María Rodríguez Rodríguez de la Sierra hizo historial al proclamarse campeona del mundo junior de los 200 metros en Supersocorrista, la prueba reina de este deporte que aúna la natación con las técnicas propias de rescate en piscina, deportes en los que se inició por una necesidad médica de su hermana.

Con tan solo 18 años, recién cumplidos, María ha demostrado su valía y potencial en el  Mundial de Salvamento y Socorrismo de Riccione, en Itala, donde, además, se colgó del cuello otras tres medallas de bronce por equipo.

Sorpresa

“Para mí fue una sorpresa, porque este año no ha sido mi mejor año deportivamente”, expresa en una entrevista a Atlántico Hoy. “He tenido que estar entrenando todo, complementándolo con los estudios de segundo de Bachillerato y ahora que estoy estudiando primero de Enfermería”, contextualiza la campeona tinerfeña.

Además, paradójicamente, María confiesa que llegaba a este campeonato “un poco desmotivada” y que cuando fue campeona del mundo se dio cuenta de que todo esto por lo que se había esforzado, “lo había conseguido por fin. Fue Increíble”.

 

 

200 metros supersocorrista

La prueba que le ha confirmado como una estrella internacional, 200 metros supersocorrista, es una prueba supertécnica y variada. En una piscina olímpica (50 metros) se nadan los primeros 75 metros de la carrera, luego hay que hundirse y recoger un maniquí del fondo y se arrastra otros 25 metros. Después, se ponen un tubo y unas aletas para nadar 50 metros más y enganchar un maniquí que arrastran lo que queda de prueba. “Es la prueba reina, porque haces casi todas las disciplinas del Salvamento en una prueba”, esgrime la campeona mundial junior.

María resalta que es una prueba de mucha “estrategia” y que incluso apunta que en la primera parte de nado iba última. “Soy mejor en la segunda parte. Planteo la puerta saliendo un poco más cómoda en el primer 100 y luego voy subiendo la intensidad. Empiezo ultima y llego primera”, argumenta sobre su táctica.

Récord de Europa

No en vano, la tinerfeña, natural de Los Realejos, es la actual recordwoman europea de la especialidad en la categoría, con un tiempo de 2.23.28, “Iba bien posicionada para ganar”, confiesa.

Para demostrar lo estratégicas que son las pruebas de salvamento, María señala que la preparación es “parecida a la natación porque es la base del salvamento”, ya que se hacen muchos metros nadando y “se consigue mucho aeróbico”, pero luego se prepara mucho el arrastre.” La prueba es muy técnica y pueden salir muchas cosas mal, por lo que hay que prepararlo muchísimo. Muchos arrastres con las aletas… Hay que preparar cada parte del 200 por separado”, expone.

Trayectoria

María, que se acaba de mudar a Santander para ejercer la carrera de Enfermería, empezó desde muy pequeña a nadar porque su hermana tenía problemas de espalda y, como medida habitual en estos casos, le recomendaron nadar. Sus padres, aprovechando la coyuntura, convencieron a María de que se metiera también porque, según reconoce ella entre risas, “era muy inquieta y era para que soltara energía”.

Así, comenzó a competir desde muy pequeñita en el CN Martiánez y ya desde pequeña se abría paso a base de buenos resultados en natación y salvamento. “Llegué a ser tercera de España en categorías pequeñas y me convertí en la deportista más joven española en ir a un campeonato de Europa con la selección española”, apunta. “Hubo un momento que no podía hacer las dos cosas a un alto nivel y me gustaba más y me daba más posibilidades el salvamento y deje un poco de lado la natación”, agregó para detallar su camino hacia el éxito.

Recompensa económica

Ser campeona del mundo junior no es cualquier tontería. Sin embargo, el salvamento es un deporte desconocido en España y, como la gran mayoría, a la sombra mediática del fútbol y del resto de deportes federados con opciones olímpicas. Una cuestión que, en este país,  se refleja en el dinero que puede llegar a ganar toda una campeona mundial.

“El Gobierno de Canarias me da subvenciones por los méritos deportivos, que te ayudan un montón para comprar materiales. Luego el Consejo Superior de Deportes te paga por las medallas en los campeonatos, dependiendo de cuantas selecciones haya, qué deportistas o si es olímpico o no. Aun así, no te da para vivir. El ser un deporte minoritario no olímpico, por mucho que te ayude, no te da para vivir tranquilo”, argumenta la campeona, que aclara que en Salvamento no hay distinción por sexos, como sí ocurre en otros deportes. “El Consejo Superior de Deportes te paga igual seas chico o chica, aunque dependiendo del número de personas que participan en tu prueba”.

No obstante, esta situación atañe a España, pues este deporte depende mucho de donde lo hagas. “Aquí en España es un deporte que no se oye, pero en Australia es un deporte rey y allí sí se puede vivir de ello”, explica. “También en Italia y otros sitios se puede vivir del deporte de salvamento, pero aquí tenemos la mala suerte de que no se considera un deporte importante. Te pagan por tus resultados y, si tienes buena suerte como yo, que tu comunidad te apoye al deporte, porque conozco a compañeras que su comunidad no le da ni la mitad de lo que me dan a mí”, insiste.

 

Nueva etapa de su vida

Tras el gran éxito mundial, María afronta una nueva fase en su vida con su mudanza a Santander para curar sus estudios universitarios. Una ciudad elegida, además de por la carrera universitaria, “sobre todo para el tema de viajar, porque te puedes mover más fácil a cualquier sitio. Puedo permitirme ir a campeonatos pequeños y ver mis mejoras. Antes solo podía ir a los campeonatos grandes. Ahora podré volver a competir en natación, en las competiciones pequeñas, las copas de España y eso me ayuda un montón a convalidarlo con el tema de estudios. En vez de ponerme problemas me ponen soluciones”, expresa María sobre su nuevo club, el A.C.L. Marisma.

Ahora, afronta su primera temporada como senior y tiene claro su objetivo. “A nivel mundial, este año con ir convocada con la Selección tengo de sobra, es mi objetivo. Todo lo que venga detrás será bienvenido. El nivel sube muchísimo. Estuve compitiendo este año en Estados Unidos en los World Games -los Juegos Olímpicos de los deportes no olímpicos- y fui la deportista más joven de la competición”, expone.

Una deseada convocatoria que tendrá que esperar hasta septiembre de 2023, en los europeos de Polonia de salvamento. Mientras tanto, en diciembre tiene calendarizado el campeonato de España y, en unos meses, otra copa nacional.

Futuro a largo plazo

De cara al futuro, María tiene claro que va a seguir haciendo este deporte hasta que le deje de gustar o “hasta que no pueda compaginarlo con mi carrera o mi trabajo, que lo pasare a practicarlo de manera amateur”.

No en vano, confiesa que practica el deporte del salvamento porque le gusta hacerlo, no porque quiera prepararse ni formarse. “No me llama ser socorrista profesional, me gusta el deporte”, sentencia campeona del mundo junior.