Tiene 23 años y quizá sea el jugador más desequilibrante de la plantilla del CD Tenerife pero desde principios de la temporada pasada Sam Shashoua no disfruta de continuidad en su apariciones en el terreno de juego. Pasó por quirófano en septiembre para ser intervenido de su pubalgia y, cuando todo apuntaba a una segunda vuelta del campeonato sin contratiempos, el británico se quedó fuera de la convocatoria en los tres primeros partidos de febrero, ante Albacete, Granada y Mirandés aunque, tras reaparecer la última jornada, aseguró que confía "en estar bien y volver a ser yo".
"Era mejor parar unas semanas que jugar con dolor", declaró el jugador, que reconoció su frustración por las lesiones y molestias. "Cuando empiezo con dolor, pienso: ¡otra vez, no!", relató Shashoua que, hastiado de lidiar con estos reveses, declaró, "soy joven y parece que soy viejo". De todas formas, regresó disputando diez minutos ante el Sporting en un partido en el que "me encontré muy bien", comentó el 10 blanquiazul antes de aclarar que "no me gusta parar tanto y que todas las conversaciones sobre mí sean de lesiones, cuando yo solo quiero hablar de futbol", recalcó.
Molestias postoperatorias
En cualquier caso, Shashoua comentó que la dolencia que le apartó recientemente no tiene relación con la pubalgia de la que fue intervenido. "Es diferente y no es nada grave", afirmó, "cuando pasas por quirófano es normal tener pequeñas molestias". Asimismo señaló que puede estar pasándole factura "haber jugado con dolor" y, en este sentido, admitió que "tenía que haber parado el año pasado y no jugar seis meses con dolor". A lo largo de ese periodo tanto el jugador como el club buscaron diferentes opciones para evitar la intervención quirúrgica que, a la postre, fue necesaria.
"Si pudiera volver atrás me operaría, pero entonces no podíamos saber que los tratamientos que seguí no tendrían efecto", recapituló. Según comentó Shashoua, "una lesión de pubis te operas y estás fuera dos meses" pero, en su caso, ha sido casi un año, porque "jugué y jugué cuando tenía que parar", reconoció. "Eso es lo que hice mal porque quería ayudar al equipo y al final me ha perjudicado", señaló.
Actitud y renovación
Para recuperarse de su lesión Shashoua está haciendo "todo lo posible" pero comprende que, para Ramis, "es fastidioso pasar un año preguntando por qué no juego" pero "al final, no es mi culpa". No obstante, Sam admitió que "cuando estoy mal, no tengo buena cara", así que "en el aspecto mental sí puedo mejorar, porque no gano nada estando triste", consideró. "En este aspecto puedo madurar, tengo que intentar estar bien psicológicamente", reconoció.
En referencia a su renovación, el inglés relató que habían existido conversaciones con el club aunque, recientemente "no he escuchado nada, ni positivo ni negativo". Shashoua descartó que la continuidad de Ramis en el banquillo pudiera determinar su decisión de quedarse en el Tenerife. Comprensivo en todo momento con las expectativas tanto del club como del míster y la afición, Shashoua entiende que su participación intermitente genere dudas en cuanto a la ampliación de su contrato. "Si quieres renovar a alguien es para que juegue, por eso me frustro tanto, porque me siento muy responsable", concluyó.