Visiblemente emocionadas y con la voz entrecortada. Así afrontaron las gemelas Ramos su última compaecencia en La Hoya del Pozo como jugadoras de la UDG Tenerife este domingo, tras lograr un soberbio triunfo ante el Levante. Se van con la cabeza alta, satisfechas por el deber cumplido y dejando abierta la posibilidad de una vuelta "algún día, porque el fútbol da muchas vueltas".
Noelia y Natalia Ramos, homenajeadas el día de su despedida. | @ivangg_tfeHACEN LAS MALETAS, AGRADECIDAS Y SATISFECHAS
Para Natalia el partido ante el Levante de su excompañera María José Pérez "ha sido especial y emotivo. El último en casa, no me salen las palabras porque son cinco años los que hemos estado aquí. Llegamos como niñas y nos vamos maduras. Es un hasta pronto, no es un adiós porque nunca sabes las vueltas que da la vida. Nos centramos en el Europeo y luego en la Copa de la Reina", dijo de forma muy sentida.
La polivalente jugadora se queda "con el ascenso a Primera División" como el más grato de los recuerdos, "un momento único con el que se me pone la piel de gallina aún al recordarlo. También la clasificación para la Copa de la Reina. Poco más que decir, más que agradecida con la UDG Tenerife".
"Todo tiene su fin. Es una pena, pero me voy con la satisfacción de haberlo hecho bien. Hemos sido felices y sobre todo nos quedamos con las amistades que hemos hecho aquí", finalizó Natalia justo antes de ceder la palabra a su hermana, muy inspirada bajo palos en La Hoya del Pozo.
"Opino lo mismo que mi hermana. Estamos muy felices de haber formado parte de esta familia, nos vamos sabiendo que hemos hecho todo lo mejor que hemos podido. Será siempre nuestra casa", verbalizó. La guardameta cierra su etapa como blanquiazul "muy contenta, porque me voy de la mejor manera, sin encajar y con seguridad en la portería. Pero ha sido un gran trabajo del equipo para irnos con una gran victoria. Acabar así es todo un éxito".