Antonio Hernández: “Tener viviendas vacacionales en barrios que no son turísticos es un exceso"

El abogado experto en derecho ambiental reflexiona sobre el modelo turístico en Canarias en una entrevista en Atlántico Hoy y cómo se ha llegado hasta la convocatoria de las manifestaciones

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Antonio Hernández a la izquierda y una manifestación contra el modelo turístico a la derecha / MONTAJE AH
Antonio Hernández a la izquierda y una manifestación contra el modelo turístico a la derecha / MONTAJE AH

Antonio Hernández es abogado y asesor legal de diferentes empresas del sector turístico. El también experto en derecho ambiental ha concedido una entrevista a Atlántico Hoy para reflexionar sobre el futuro de Canarias, un futuro que descontenta a parte de la población que se manifestará el próximo 20 de abril en las islas de Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma para pedir un cambio de modelo económico. 

Hernández no duda en asegurar que, dependiendo de la capacidad de convocatoria que tengan las movilizaciones, el Gobierno canario tendrá que plantearse cosas como unas nuevas elecciones o presentar una cuestión de confianza —el presidente del Gobierno, previa deliberación de este, solicita el apoyo de la Cámara sobre su programa o sobre una cuestión de política general. La confianza se otorga por mayoría simple y, de no obtenerla, cesan el presidente y su Gobierno—. “Al final, cuando generas bolsas de pobreza alrededor tuyo, tarde o temprano te van a afectar”.  Y advierte, "tener viviendas vacacionales en determinados barrios que no son turísticos es un exceso".

[Pregunta] ¿Canarias tiene un mal modelo turístico?

[Respuesta] Evidentemente que sí. Si nos comparamos con cualquier modelo insular de este planeta, las cifras de pobreza y el resto de números que tenemos en todas las facetas —para el nivel de turismo que hay en Canarias— es desesperante. Y que los sucesivos gobiernos no hayan tomado medidas al respecto también lo es porque las Islas son la segunda comunidad con más población en riesgo de pobreza, un 33%. 

¿Se usa el concepto de turismofobia para enmascarar justamente la causa de esa pobreza?

Es que no es turismofobia. Ha podido haber dos o tres episodios, pero la población sabe que una gran e importantísima parte de la economía de Canarias se sustenta gracias al sector turístico, pero es que esos hechos aislados han sido el instrumento fácil del Gobierno y de los empresarios para intentar echar abajo el movimiento. Aunque creo que han errado completamente porque lo que han hecho es echarse a más gente encima. 

Las primeras declaraciones de la vaca, las del presidente del Gobierno… Esas declaraciones han cambiado completamente y el señor Clavijo habla ahora de que los empresarios tienen que repartir. 

¿Cuál es la solución?

Hemos visto cómo importantes empresarios turísticos canarios que dominaban el sur en algunas islas han entrado ya, por ejemplo, a la capital grancanaria [se refiere a Lopesan y la compra del hotel Iberia] con importantes operaciones o en el sector del turismo rural [también referencia a Lopesan y la adquisición de varios inmuebles en Arucas]. 

El dinero les sobra, se les cae de los bolsillos, pero no tienen una cosa que es muy importante y es la responsabilidad social corporativa. La tienen, sí, pero no relativa al volumen de ingresos que están recibiendo. Y esto nos lleva a debatir otra cosa: ¿el volumen de impuestos que tributa el sector turístico en Canarias, de las empresas que tributan aquí, es suficiente? Y en cuanto a las empresas que no tributan aquí, ¿es justo lo que están haciendo?

Al final, cuando generas bolsas de pobreza alrededor tuyo, tarde o temprano te van a afectar. Los empresarios nórdicos, por ejemplo, tienen en la mente que no puede haber bolsas de pobreza. En Múnich, las principales cerveceras distribuyen una gran cantidad de sus honorarios, a través de fundaciones, en su ciudad y gracias a eso no hay pobreza en la calle. La responsabilidad social corporativa en Canarias es ínfima. 

Pintada contra el alquiler vacacional en una calle de La Laguna, Tenerife / AINOHA CRUZ AH
Pintada contra el alquiler vacacional en una calle de La Laguna, Tenerife / AINOHA CRUZ AH

Más que turismofobia entonces, ¿podemos hablar de hartazgo general?

Exacto, lo que hay es un malestar social y no solo por el tema turístico sino también por el alquiler vacacional. El presidente Clavijo decía que en los últimos diez años se han otorgado tantas licencias de alquiler vacacional como si se hubiesen abierto 437 hoteles de 500 camas en un suelo que es residencial. Esto es una barbaridad porque solo con esto se han tensionado enormemente las ciudades y la gente no puede acceder al mercado del alquiler. 

La respuesta del Ejecutivo ha sido construir vivienda nueva, que está bien, pero, ¿por qué los programas del Icavi y Visocan para reparar viviendas antiguas no se han hecho? Pues porque las cantidades que se han aportado por parte del Gobierno para este tipo de proyectos son ínfimas. Pero es que estamos en un momento en el que construir un parque de vivienda nuevo —entre permisos, obras, licencias o gestión del dinero— se tarda unos tres o cuatro años. 

Sobre el tema de la vivienda, la semana pasada se presentó el anteproyecto para regular la vivienda vacacional, ¿es este el camino, hace falta más?

Yo no he hecho una lectura sosegada y profunda del texto, pero sí he visto lo que dicen unos y otros. A mi me parece que tener viviendas vacacionales en determinados barrios que no son turísticos es un exceso. Creo que no tiene sentido, por ejemplo, poner una vivienda vacacional en Los Tarahales porque es un barrio de la ciudad. Lo puedo llegar a entender de zonas como Puerto-Canteras o en Vegueta, aunque también creo que es una pérdida de calidad porque no genera servicios ni grandes cantidades de dinero, excepto para los propietarios. 

¿Y respecto a la construcción de nuevos hoteles?

Yo no estoy en contra de que se realicen nuevos proyectos de cualquier tipología, pero creo que en todo nuevo proyecto que se plantee en Canarias, las medidas compensatorias que se realicen tienen que ser de dos kilómetros cuadrados revirginizados frente a uno nuevo construido —de la misma categoría, especie y calidad—. 

Y me explico. Vámonos a Cuna del Alma, vamos a ponerle que sea un espacio de cinco kilómetros cuadrados. Si tu me vas a construir ese espacio porque me vas a hacer algo de mucha calidad, tu como propietario tienes que revirginizar el doble: 10 kilómetros cuadrados en una zona de la misma tipología, no me vale que lo hagas en el campo. 

Esto es algo que se ve fácilmente en Gran Canaria. Quemamos Playa del Inglés y lo masacramos hasta tal punto que ha perdido esos estándares de calidad. Por eso se ha empezado a ir hacia Maspalomas, hacia El Faro, pero, ¿y lo otro, lo dejamos obsoleto?

Jóvenes tinerfeños ondean la bandera independentista en una manifestación contra Cuna del Alma en Santa Cruz de Tenerife./ Álvaro Oliver González (AH)
Jóvenes tinerfeños ondean la bandera independentista en una manifestación contra Cuna del Alma en Santa Cruz de Tenerife./ Álvaro Oliver González (AH)

¿Revirginizar zonas para construir otras?

Es una propuesta de medidas compensatorias. Si yo construyo un kilómetro nuevo, tengo que revirginizar dos del mismo tipo, estándar y calidad. La pregunta es si la clase empresarial está dispuesta a esto porque lo que estamos haciendo es que el problema se expanda. De hecho, el espacio es una de las grandes preocupaciones que llevan a la celebración de las manifestaciones del 20 de abril. 

¿Es hora de poner el concepto moratoria turística sobre la mesa de una vez por todas? 

Creo que la situación actual y la manifestación, en caso de que sea muy potente, va a suponer que el Gobierno de Clavijo se plantee si puede seguir o no. Es decir, si al final hay una manifestación muy fuerte el 20 de abril, el Ejecutivo debería plantearse una cuestión de confianza. Si la manifestación es gruesa, supondrá que el Gobierno de Clavijo ha fracasado. 

La estrategia comunicativa del propio presidente respecto a las manifestaciones ha cambiado, ¿qué significa esto?

Las primeras contestaciones al conocer el motivo de las manifestaciones fueron en caliente, pero se ha dado cuenta de que lo que estaba haciendo era retroalimentar la manifestación en un acto de torpeza. Este error también lo han cometido con todas las manifestaciones importantes. 

Esto en la época en la que solo existían los medios de comunicación estaba bien, pero ahora tenemos las redes sociales y el Gobierno está siendo masacrado. Presidencia, por parte de su gabinete de comunicación, se ha dado cuenta de que era necesario dar un perfil bajo. Si la manifestación es fuerte, el presidente debe plantearse si debe seguir así con las políticas que está planteando. 

¿Crees que las manifestaciones van a suponer un antes y un después? 

Depende de las cifras que se alcancen en las islas de Gran Canaria y Tenerife, fundamentalmente. Si las manifestaciones son gruesas en estas dos islas —también en Lanzarote y Fuerteventura—, Clavijo se va a ver frente a un espejo y puede que vea una espada frente a él. Porque es contra él, es decir, es el presidente del Gobierno, el que manda y el que decide las políticas. 

Si las movilizaciones son gruesas, puede convocar elecciones o presentar la cuestión de confianza —no creo que lo haga, pero debería estar obligado—. Las cifras que pueden llevar a esto es que en cada una de las islas capitalinas sobrepasen los 20 o 30 mil convocantes que creo que en Tenerife se va a sobrepasar.