Las bajas laborales por problemas de salud mental se han disparado en España en los últimos años hasta el punto de convertirse en la principal causa de incapacidad temporal entre los jóvenes menores de 30 años. Dentro de este panorama, Canarias es la comunidad autónoma con mayor número de casos. 

Según un estudio elaborado por Umivale Activa y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), las bajas por salud mental han crecido más de un 100% en las Islas en apenas cinco años. 

Una tendencia que no sorprende a la secretaria de Salud Laboral de CCOO en Canarias, Carmen Marrero: “Todos estos datos son preocupantes, pero desde luego era una cuestión que se veía venir. No es nuevo hablar de salud mental en el ámbito laboral. Llevamos casi una década alertando de que estas patologías aumentaban de manera exponencial”. 

Jóvenes afectados 

El informe revela que los problemas de salud mental se han convertido en la principal causa de baja en la población joven, sobre todo entre las mujeres, concentrando ya el 30 % de las jornadas de baja entre mujeres de 20 a 29 años. 

Marrero vincula directamente esta situación con las condiciones laborales del Archipiélago, pues “los jóvenes sufren una alta precariedad laboral al incorporarse al mercado”. Y esto se debe a que “Canarias es la comunidad con los salarios más bajos, con un peso enorme en contratos parciales no deseados y turnos variables”, apunta la sindicalista. Todo ello, cómo no, termina pasando factura. 

Precariedad laboral 

Es así que, aunque los factores de los problemas de salud mental son multifactoriales, el entorno laboral actúa como detonante y más en un contexto donde “muchos trabajadores en las Islas siguen siendo pobres a pesar de tener empleo”, indica Marrero, que añade que muchos tiene que buscarse un segundo trabajo para poder afrontar aspectos como el acceso a la vivienda. 

Las consecuencias de esa precariedad, como la imposibilidad de conciliar la vida laboral y la personal — un aspecto cada vez más importante para la sociedad —, el estrés de no llegar a fin de mes, no tener opciones de mejora, etc., “nos vaya afectando con trastornos de sueño, problemas digestivos, dolores de cabeza hasta que el cuerpo dice hasta aquí — derivándose en ansiedad, depresión, síndrome del quemado…— y tenemos que recurrir al personal sanitario para que nos extiendan una baja para poder recuperar la salud”. 

Prevención 

Desde CCOO reclaman que las empresas dejen de poner el foco solo en el absentismo y aborden el origen de estas bajas asumiendo más responsabilidades en la prevención de riesgos psicosociales. 

“La ley de prevención de riesgos laborales contempla la evaluación de factores psicosociales, pero sigue sin aplicarse de forma real. Hablamos de organización del trabajo, cargas, ritmos, conciliación… Son cuestiones básicas para la salud mental de las plantillas y que, además, mejorarían el clima laboral y la productividad”, recalca Marrero. 

A nivel nacional

Según el estudio, entre 2018 y 2023 los días perdidos por incapacidad temporal derivada de problemas de salud mental aumentaron un 88 % en el régimen general y un 75 % entre los autónomos. En paralelo, la incidencia (número de bajas por cada 1.000 trabajadores) creció un 64 %, hasta alcanzar las 34,9 bajas por cada mil empleados en 2023.

Este repunte ha convertido la salud mental en la segunda causa de absentismo en España, solo por detrás de las llamadas algias (lumbalgias, dorsalgias y cervicalgias), que también van al alza con un incremento del 39 % de los días perdidos. Ambas patologías concentran ya más de la mitad del total de jornadas de baja en el régimen general y cerca del 50 % en los autónomos.