Una beca europea de 1,5 millones para poner a Canarias a la vanguardia en estudios sobre acuicultura

La investigadora de la ULL Deiene Rodríguez Barreto ha obtenido una subvención del Consejo Europeo de Investigación para investigar la programación nutricional en acuicultura

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La investigadora de la ULL Deiene Rodríguez Barreto y unas instalaciones de acuicultura./
La investigadora de la ULL Deiene Rodríguez Barreto y unas instalaciones de acuicultura./

La acuicultura es un sector que poco a poco se abre paso en Canarias, una región que por su condición archipielágica puede ser contribuir demandar importante en el desarrollo de una actividad con amplio margen de crecimiento dentro de la producción de alimentos. En la actualidad suministra la mitad del pescado que consume el ser humano.

No obstante, queda mucho aun por estudiar sobre los mecanismos que alrededor de la acuicultura, y en ese campo el Archipiélago con investigadores punteros para desentrañar algunos de sus misterios.

Entre ellos se encuentra Deiene Rodríguez Barreto, de la Universidad de La Laguna (ULL), quien ha obtenido una subvención del Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés) de 1,5 millones de euros para ejecutar en un período de cinco años el proyecto EPIAQUA, cuya intención es desentrañar los mecanismos epigéneticos que subyacen en la programación nutricional para favorecer una acuicultura más sostenible.

Beca muy competitiva

Rodríguez Barreto cuenta a Atlántico Hoy que se trata de una beca “altamente competitiva” porque se compite a nivel europeo con investigadores de cualquier ámbito de estudio.”El porcentaje de éxito está aproximadamente entre el 7 y el 10%”, asegura. En la ULL solo dos personas lo han conseguido antes que ella, la bioquímica Teresa Giráldez y la antropóloga Carolina Mallol.

Reconoce que lo principal para obtener la subvención es “tener idea novedosa, rompedora y que suponga un avance significativo, tanto en ciencia básica como en investigación en su campo”.

En octubre se incorporará a la ULL con un contrato posdoctoral Viera y Clavijo en la modalidad Senior, y como investigadora principal del proyecto EPIAQUA comenzará a trabajar el próximo mes de enero.

La epigenética

La investigadora se doctoró con una tesis sobre nutrición en reproductores de Madrigal, una especie que se está intentando cultivar. Más tarde investigó durante cinco años en la Universidad de Swansea, estudiando la epigenética del salmón y tilapia, antes de volver a la ULL.

La epigenética estudia los cambios en la función de los genes que son hereditarias y que no se pueden atribuir a alteraciones de la secuencia de ADN, algo que Rodríguez Barreto admite que siempre le ha fascinado.

“Siempre me llamó muchísimo la atención desde que aprendí sobre ello. Todas las células del cuerpo tienen la misma información genética, pero una célula de la piel y una del riñón funcionan totalmente diferentes porque la diferenciación celular la determinan mecanismos epigenéticos. O el hecho de que los gemelos, pese a tener la misma información genética, sean dos personas completamente diferentes en muchos aspectos”.

Un ejemplo en humanos

En el caso de la investigación que comienza en enero, se presente revelar cuáles son los mecanismos epigéneticos en los programas nutricionales de la acuicultura. La entrevistada pone un ejemplo aplicado al ser humano.

“Se sabe que la nutrición durante el embarazo y la lactancia es determinante sobre las enfermedades y la salud del bebé. Los mecanismos que lo determinan se conocen, pero no está claro cómo funcionan o cuáles son los genes que se van a modular en función de la dieta que se suministre. Se desconocen muchos aspectos relacionados con el funcionamiento de esos mecanismos en relación a la nutrición”, relata.

La tilapia

Para su investigación utilizará como objeto de estudio a la tilapia del Nilo (Oreochromis niloticus). Entre sus motivos está el que tengan “un ciclo de reproducción bastante corto que permite hacer un estudio transgeneracional” en los cinco años que dura el proyecto.

Además, es de cultivo “relativamente fácil" y su reproducción es buena. Se trata de una de las especies con mayor producción mundial después de la carpa y su genoma está secuenciado, lo que simplifica muchísimo los estudios. A esto se suma que la académica ya tenía experiencia previa trabajando la tilapia.

“La tilapia tiene una capacidad de metabolizar la glucosa bastante limitada, pero si en estadios tempranos del desarrollo se le suministran azúcares, se consigue que en estadios posteriores metabolice mejor la glucosa”. Con ello se conseguiría poder utilizar en la dieta harinas de origen vegetal o marino y así reducir el contenido de productos de origen pesquero.

Cuenta también que llevando a cabo una estrategia de programación nutricional temprana y utilizando una formulación más sostenible se puede conseguir una mayor eficiencia de producción con una mayor sostenibilidad. “Esa es la idea que está detrás del proyecto, saber cómo de reversibles son los procesos o mecanismos de la epigenética que subyace a ese proceso de programación. Es algo que se desconoce y es lo que yo pretendo descifrar”.

El proyecto EPIAQUA

El proyecto EPIAQUA quiere contribuir a dilucidar la relación causa-efecto del contenido de carbohidratos y el perfil de ácidos grasos de la dieta sobre los resultados epigenéticos y fenotípicos, la reversibilidad de las marcas epigenéticas inducidas y los fenotipos resultantes, generando una mejor comprensión de programación nutricional.

Proporcionará conocimientos mecanicistas novedosos sobre el papel de la epigenética en la programación nutricional e identificarán nuevos marcadores implicados en la adaptación de las vías metabólicas para un mejor uso de alimentos acuícolas.

La nueva hipótesis de que los RNA no codificantes de cadena larga (lncRNA) desempeñan un papel clave en la transmisión y los efectos duraderos inducidos por la nutrición es fundamental para esta propuesta, con importantes impactos traslacionales.

“Si se demuestra el papel hipotético de los lncRNA en la herencia transgeneracional, será un avance significativo en la comprensión de la herencia epigenética que tendrá implicaciones en campos de la biología, las ciencias biomédicas o la ecología”, finaliza.