Educación, construcción e industria, los sectores que acabaron con cinco meses de bajada del paro

Los diferentes actores socioconómicos de Canarias hacen un balance positivo de los datos del octavo mes del año, mejor en términos interanuales gracias al empuje del turismo

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Desempleados en una oficina del paro. / EFE
Desempleados en una oficina del paro. / EFE

Después de cinco meses de bajadas y por primera vez en agosto desde 2019, el paro subió en el octavo mes del año. La subida es ínfima, apenas el 0,25%, contabilizándose en las listas de desempleo 172.929 personas, 446 personas más que el mes pasado.

Los datos son mucho más positivos en la comparativa interanual, ya que, con respecto a 2022, el paro en agosto bajó en 17.360 personas, el 9,12%.

Es por ello que los diferentes actores socioconómicos hacen un balance positivo del mes pasado, un mes tradicionalmente malo para la contratación más allá del sector servicios, que no solo no se ha visto afectado por la subida sino que ha experimentado un importante descenso del desempleo en números totales.

Consecuencia del ciclo

El profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea de Canarias, José Manuel Corrales, asegura a Atlántico Hoy que hay que entender que esto “ha pasado siempre” en los últimos 25 años en el mes de agosto, debido al "ciclo estacional del modelo productivo” que existe en en Archipiélago.

Entiende que el aumento del paro y la fuerte caída de los afiliados a la Seguridad Social no se explica en gran medida por la poquísima actividad de tres sectores: el educativo, el de la construcción y el industrial.

El sector educativo se limita a los campamentos de verano y en los otros dos sectores son meses en los que la actividad baja considerablemente porque muchas empresas aprovechan este mes para dar vacaciones a sus empleados o para dar por concluida su actividad.

En el caso de la construcción es más necesario incluso por las altas temperaturas, que invitan a parar la actividad. En el mes de julio 17 empresas del sector fueron disueltas, y en agosto se espera que la cifra sea un mayor.

"Era previsible"

Con todo, el economista recuerda que ya se había previsto una ralentización de la actividad económica y esto lo refleja. “No se crea el mismo empleo con un crecimiento del 2,5% que con el 5,5%, y eso fue lo que crecimos en el 2022”.

Por ello augura que será difícil que en Canarias baje el nivel de paro en la actual situación, salvo que haya un incremento de la actividad económica muy fuerte, “pero no parece que vaya ser así".

Estima que, aunque “el turismo está funcionando bien, vamos a ver cómo se va desarrollando en los próximos meses”, advierte en relación a la evolución de otros destinos y sobre todo de los mercados emisores, con Alemania en recesión técnica (interrumpida en el último trimestre) y Países Bajos al borde la misma. “Reino Unido e Italia pueden tener problemas muy serios que nos pueden repercutir”.

En la actual situación vaticina que en 2024 habrá un crecimiento bastante más moderado que este año, “que también será poco”. “Hay nubarrones en el horizonte”, vaticina.

Más formación

Para CEOE-Tenerife, en el actual contexto es preciso reforzar las políticas activas de empleo y la formación permanente. También considera que se precisa que haya un entorno institucional que garantice la estabilidad social y política, así como la seguridad jurídica para generar un clima capaz de estimular la inversión y el proceso de crecimiento y creación de empleo.

Por su parte el presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, cree que es positivo que se continúe creando empleo en una coyuntura que “cada vez se complica más” y por eso “será vital tener la capacidad para seguir manteniendo el empleo creado en el conjunto de los sectores con políticas que permitan mejorar su productividad”.

Sin productividad, no seremos capaces de mantener nuestra competitividad y, por tanto, nuestro nivel de empleo actual”.

En esa línea, el profesor Corrales coincide en que “hay un problema de productividad, pero también un problema de empleo no cualificado que cada vez tiene más peso en la actividad económica”, lo que hace difícil aumentar la productividad. “Es lógico, por eso habría que buscar nuevas fórmulas y los acuerdos entre sindicatos y empresarios deberían ir en esa línea”.

Desempleo estructural

El presidente cameral lo marca entre los grandes retos, reducir el elevado desempleo estructural marcado por la baja cualificación y el elevado número de parados de avanzada edad. Para ellos “habrá que adoptar medidas específicas de formación y de adquisición de competencias”.

La cámara solicita también incentivos a la contratación y medidas que reduzcan los costes sociales para las empresas, además de adoptar “medidas que flexibilicen el mercado de trabajo, reduzca el absentismo actual y promuevan el desempleo activo, dadas las dificultades que en este momento están teniendo muchos empresarios para encontrar determinados profesionales”, concluye Sesé. 

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