La bonificación del 75% a los vuelos reduce el gasto de los turistas nacionales en Canarias

El subsidio del 75% ha provocado el aumento del precio de los billetes, ampara a las rentas más altas y reduce el gasto turístico en el destino de quienes viajan en rutas más largas

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Las subvenciones específicas serían más positivas que el subsidio del 75%. /Efe
Las subvenciones específicas serían más positivas que el subsidio del 75%. /Efe

El subsidio del 75% en los vuelos entre Canarias y la Península han supuesto una pérdida anual para el consumo interno del Archipiélago superior a los 23 millones de euros y tan solo en el turismo nacional. Los turistas nacionales que viajan a Canarias permanecen los mismos días de estancia que antes. Sin embargo, el gasto turístico en el destino se ha visto claramente afectado.

De esta forma, “el gasto turístico por día y persona se reduce entre un 7,3% y un 8,6% debido al subsidio”, explica el estudio Evaluating the effect of air transport resident subsidies on non-residents tourists’ expenditure realizado por el doctores en Economía y profesores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Juan Luis Jiménez y Jorge Valido

Además, el cambio al 75% “genera una menor renta disponible de los turistas que finalmente deciden viajar a Canarias. Estos resultados se unen a otros similares en cuanto a efectos indeseados que se resumen en: aumenta los precios de los billetes, la política subsidia a las rentas más altas, y reduce el gasto turístico en el destino de quienes viajan en rutas largas”, explica el informe. “El actual sistema es ineficiente y hay varias opciones menos ineficientes (ninguna perfecta). Habría que probar”, expone Jiménez a Atlántico Hoy

Alternativas

Jiménez defiende la puesta en marcha de una subvención específica (cuantía fija) “que produzca el mismo efecto que una subvención ad valorem (sobre el valor)”. La subvención ad valorem es la que se está desarrollando actualmente y donde “cuanto más alto es el precio del billete, mayor es la subvención, lo que implica que las compañías aéreas tengan un incentivo menor para ser eficientes en costes y cobrar precios más bajos”.

Además, “aunque una subvención específica de lugar al mismo precio para los residentes que la subvención ad valorem, la subvención ad valorem aumenta el poder de mercado del monopolista y, por tanto, hace que la compañía aérea cobre un precio más alto, lo que se traduce en beneficios extraordinarios para las aerolíneas, precios más altos para los no residentes y mayor gasto público”.

Efectos de la bonificación

En 2018, el Gobierno de España aprobó la aplicación del descuento del 75% al transporte aéreo y marítimo de residentes en territorios no peninsulares, es decir, Canarias, Baleares y Ceuta y Melilla. El objetivo del mismo es compensar la lejanía e insularidad de estos territorios, donde la única opción para sus desplazamientos pasa por subir a un avión o tomar un barco.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) también analizó los efectos del incremento de la bonificación en 2017 y 2018 estudiando el comportamiento de los precios en los viajes entre islas con la Península. Uno de los efectos previsibles, y conocido por todos, fue un aumento de la demanda que provocó el incremento de los precios “contrarrestando el efecto de la subvención”. En el segundo trimestre de 2018, la demanda creció un 15% por encima de la evolución de años anteriores en los vuelos que conectan la Península con Canarias, “lo que impulsó al alza los precios medios de los billetes”.

Sin embargo, y pese al incremento del precio de los billetes, “la conectividad de las islas mejoró porque los residentes han podido viajar más y a un menor coste final gracias a dicha bonificación, aunque parte de ella no se ha trasladado a los residentes”. 

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